El presidente de la Federación Peruana de Fútbol, Edwin Oviedo, quien hasta ahora venía librándose de sanción alguna en el caso de los Wachiturros de Tumán, debido a sus contactos con jueces superiores, a quienes regalaba entradas a los partidos, incluso para irse al Mundial de Rusia, ha sido acusado por el Fiscal Juan Carrasco de encabezar la red criminal que se encargaba de asesinar a dirigentes azucareros.

La Fiscalía Provincial Especializada contra la Criminalidad Organizada de Chiclayo está solicitando 24 meses de prisión preventiva por liderar la banda criminal y ser el autor mediato del asesinato de los exdirigentes Manuel Rimarachín Cascos y Percy Farro Witte.

Como revelaron los CNM audios, Oviedo era cercano al empresario Antonio Camayo (preso) y al juez César Hinostroza (fugado), quienes en uno de estos audios conversaban sobre él para la entrega de entradas al Mundial en el que Perú participaba luego de 36 años.

“Sorpresivamente”, y gracias a estas amistades y favores, el Poder Judicial le había concedido una acción de amparo a Edwin Oviedo, que lo libraba de las investigaciones por estos asesinatos. 

Luego de que se expusieran los audios de la corrupción, se reveló que la fiscal Rocío Sánchez lo investigaba como uno de los miembros de la organización criminal “Los Cuellos Blancos del Puerto”, en donde cumplía las labores de financista y operador.

El pedido del Fiscal ha sido justificado por el inminente riesgo de fuga del procesado, quien a pesar del escándalo, se seguía desempeñando como presidente de la FPF. Ahora que no están los “hermanitos”, ¿quién podrá salvarlo?