Estudiantes de la Universidad Agraria La Molina denuncian que se les abren procesos sancionatorios sin pruebas por ejercer su derecho a la defensa frente a situaciones problemáticas en la universidad.
Les dejamos el pronunciamiento completo de los estudiantes:
Pronunciamiento
Denunciamos ante la comunidad universitaria y opinión pública nacional e internacional, el arbitrario proceso de Tribunal de Honor, abierto a siete estudiantes (cinco de ellos parte de la mesa directiva de la FEUA) de nuestra casa de estudios, a quienes se les imputa: “Acusar falsamente al Jefe de Seguridad y sus supervisores para ocasionar disturbios y caos, manejo y manipulación de masas provocando el levantamiento del alumnado para hacer un ilegal disturbio, lesionar al jefe de seguridad, agredir a dos vigilantes y maltratar verbalmente a las autoridades”.
Además se imputa a dos trabajadores el ocasionar disturbios siendo uno de ellos trabajador y estudiante. Proceso disciplinario e imputaciones que rechazamos, ya que se vulnera el derecho fundamental a la defensa no haciendo explícita las infracciones ni mostrando las pruebas que se mencionan, así como se vulnera el derecho a la protesta señalando que la movilización del día 27 y sus posteriores pronunciamientos son ilegales disturbios, difamaciones y falacias, cuando la FEUA se movilizó pacíficamente y sin armas en la búsqueda de un diálogo directo y democrático con las autoridades para reclamar la destitución inmediata del Sr. Nino y sus supervisores; todo esto denunciado irónicamente por el Sr. Nino Martini actualmente en proceso de sanción por los actos contra el pudor y difamaciones a estudiantes cometidas el mismo día de la movilización.
Asimismo, rechazamos el accionar del Jefe de seguridad y las autoridades que en vez de hacer uso de las vías democráticas para resolver la problemática, utilizan estas medidas a modo de escarmiento a los estudiantes organizados.
La situación política que vivimos en el Perú, con un Estado explotador, corrupto y represivo se ve reflejada en nuestra universidad, pues aquí se está profundizando la persecución, represión y escarnio; en un ambiente donde debe primar el debate de ideas se pretende reprimir el pensamiento con tribunales que quieren funcionar como la santa inquisición. Reacción típica de quienes han dirigido la UNALM desde los 90’s, la ultraderecha populista y autoritaria, es decir el fujimorismo.
Las políticas represivas que vivimos ahora se dan también en otras universidades del Perú, como el caso actual de los estudiantes de la Facultad de Letras de la UNMSM a quienes también se les abriría un proceso disciplinario, o la apertura de procesos administrativos contra los maestros de educación pública para impedir su derecho a huelga; todo esto constituye persecución política en un estado de derecho donde la Ley Universitaria 30220 ha servido de base para reprimir y negar el derecho a organización, por tanto no podemos permitir que en esta universidad, en donde en la última década no se ha llevado a proceso disciplinario a nadie por protestar, se instaure la política de persecución que alientan nuestras autoridades.
Estas acciones nos hacen retroceder en derechos conquistados hace más de un siglo en la Reforma de Córdoba, por ello nos reafirmamos en la defensa de una educación pública y sus principios democráticos, en la organización de la Federación y en la lucha por las necesidades que nos aquejan como universitarios: nuestro derecho al comedor y más raciones, al servicio de bus y ampliación de rutas, a la seguridad dentro de campus, a más áreas de estudio y a la gratuidad de la enseñanza; hoy nos unimos una vez más en contra de cobros por el uso de la biblioteca, de aportes semestrales aprobados en consejo universitario, de la falta de equipamiento de los laboratorios, de la desactualización de mallas curriculares acorde a las necesidades de desarrollo de la nación, entre otros.
A la vez invocamos a la Federación a solidarizarse con sus propios compañeros y compañeras en la junta de firmas, recopilación de videos y redacción de declaraciones juradas para demostrar ante el Tribunal de Honor y toda la comunidad universitaria que no somos delincuentes, somos estudiantes conscientes y ocupados en mejorar la educación superior.