Ya mucho se ha dicho sobre “La mesita del comedor”, la película de Caye Casas que causó sensación el año pasado y que ha ganado muchísimos premios, aunque el más importante es que Stephen King, el rey del terror, se haya referido a ella con mucha admiración. Muchos aún se preguntan por qué no fue incluida en el Festival de Sitges, el espacio en donde recae lo mejor del cine de género del mundo, y pues, solo podemos decir que los programadores no somos perfectos.

En “La mesita del comedor”, una pareja que tiene una relación desastrosa y un bebé se debaten por la adquisición de una horrible mesa de centro, que, con terquedad, uno de ellos desea en su sala. La compra es hecha y la mesita llega a su destino, pero desde ahí hasta el final de la película, nos vemos sumidos en una tragedia llena de ansiedad, dolor y frustración.

Casas ha logrado, con pocos recursos, con bajísimo presupuesto, con no más de tres locaciones y con pocos actores, una bomba de tiempo, una película oscura, asfixiante y divertida, en donde uno llega a empatizar con alguno de los personajes y sentir su espantosa angustia. En paralelo, otras historias perversas se cuecen para generar un ambiente abyecto, en donde todos son proclives a la maldad.

El suspenso va en crescendo rápidamente y Casas logra equilibrar de forma casi perfecta los golpes que nos va a dando mientras transcurre una historia que retrata lo más grotesco de la cotidianidad, o mejor dicho, logra que veamos lo simple y cotidiano como grotesco y visceral.

“La mesita del comedor” se estrena en el 7° Festival de Cine Fantástico en la Competencia Internacional de Largometrajes el 31 de octubre a las 8 pm en el Museo de Arte de Lima.