6.0
Score

Pros

  • El ceviche es rico, fresco y de generosa porción. Fue lo mejor que probamos en nuestra visita. 

Cons

  • El servicio, además de llegar a ser escandaloso, presenta atisbos de ineficiencia. 
  • El chaufa de mariscos y el chicharrón mixto fueron los platos más débiles de nuestra visita.

Final Verdict

Esperábamos más de El ceviche de Ronald. Nuestras expectativas eran altas. Lamentablemente, el servicio y parte de los pedidos no nos llegaron a satisfacer del todo. 

Hey, ¿cómo están? Vaya semanita la que nos han hecho pasar nuestros políticos. Pucha, hasta el queso. Pero bueno, comencemos con el review gastronómico de la semana. Les cuento que hace unos días visité El Ceviche de Ronald (Jr. Pedro Conde N° 444, Lince). Era la primera vez que iba a esta cevichería. Fui porque tenía muy buenas referencias. Había escuchado también que el local suele estar full durante la hora del almuerzo. Así que me aparecí tipo 14:30. Hacía un calor que ni les cuento. ¿Quieres saber qué tal estuvo todo? Pues sigue leyendo.

Apenas ingresas a El Ceviche de Ronald te das cuenta de que se trata de una cevichería diferente. Para comenzar, lo primero que tienes que hacer al ingresar es solicitar y cancelar tu pedido en la caja. La carta se encuentra en una pizarra a la vista de todos. Como no había cola, nos atendieron rápidamente. Luego de realizar los pedidos, nos sentamos en uno de los espacios disponibles en una de las mesas para compartir. Inmediatamente, se acercó la mesera a dejarnos los cubiertos. No nos trajo la canchita de cortesía. En ningún momento de nuestra visita nos la ofrecieron. En el local sí daban canchita porque un par de chicas que vinieron después y se sentaron en la misma mesa sí llegaron a tener su porción. En fin.

La entrega de los platos solicitados tiene esta particularidad: el mesero grita tu nombre para ubicarte en el recinto y entregarte tus pedidos. Entonces, vociferó el nombre del fotógrafo y nos ubicó: estábamos a su lado derecho, al costadito nomás… No solo nosotros lo escuchamos, sino todos los demás comensales. Y así es cada vez que traen un plato. Lo primero que nos trajo fue el pedido del fotógrafo de esta columna: el ceviche (25 soles).

Los ingredientes estaban súper frescos. Los trozos de pescado tenían un tamaño generoso. El choclito estaba tiernito y el chicharrón le agregaba un toque crocante y saladito a cada bocado. El fotógrafo pidió el ceviche sin picante (más aburrido). Por eso, el sabor que se superponía en el plato era un acidito que, sin embargo, no llegaba a incomodar el paladar. Y además se combinaba muy bien con el saladito del chicarrón, la canchita y el chifle. Las diversas texturas y sabores que presenta El Ceviche de Ronald hacen que este sea un platillo imperdible por si deseas visitar este local. Muy recomendable.

 

 

Por mi parte, pedí un chaufa de mariscos (25 soles). No me gustó. Apenas probé un bocado, lo primero que pensé fue “me hubiese quedado en casa para almorzar el escabeche de pescado de tía Pili, joder”. Ay, eso pensé y no debería haber sido así. Si bien es cierto, la porción del chaufa era generosa, para tristeza mía, no sentí que algo se destacara en él. El sabor era de los típicos chaufas que uno se puede hacer en casa con el fuego de una cocina convencional. Por eso mismo, suelo pedir chaufa o saltados en los restaurantes: porque confío que en ellos los ingredientes se saltean en un buen fuego. No percibí este efecto en el chaufa de mariscos de El Ceviche de Ronald. Para mí, fue una decepción total.

Como no me quería ir triste de la cevichería, pedimos un chicharrón mixto (30 soles). Ya habíamos terminado los platos antes descritos y ningún mesero se acercó a recogerlos. El fotógrafo y yo estuvimos como 5 minutos conversando con los platos vacíos enfrente de cada uno de nosotros. El local no estaba lleno y la mesera estaba sin hacer nada en particular en ese momento. Finalmente, vino un mesero con el chicharrón. Gritó, de nuevo, el nombre del fotógrafo, nos ubicó y nos acercó el plato. Le alcancé mi plato vacío porque, caso contrario, no hubiese habido espacio para colocar el chicharrón mixto. Recibió  el recipiente y se fue. No aprovechó para recoger el plato vacío de mi compañero a pesar de que estaba en sus narices… Sin comentarios.

Les dije que El Ceviche de Ronald es una cevichería diferente: es tan particular que en lugar de traerte salsa tártara para acompañar el chicarrón mixto, te traen un par de sachets de mayonesa que puedes adquirir en la bodega de la esquina de tu casa. Esto me dejó sin palabras. O sea, puedo entender que el concepto del local sea pedir-comer-irte, pero el detalle del sachet es inaceptable sea cual sea el concepto bajo el cual ha sido creado un establecimiento. Desmerece por completo el plato. Debo resaltar que tenía buen sabor: saladito sin exagerar. Además, se notaba que estaba recién hecho (como tiene que ser). La cubierta le agregaba un rasgo crocante a cada bocado. Eso sí, que los trozos de pescado no fueron contundentes.

Para terminar, El Ceviche de Ronald es un establecimiento pequeño. Las mesas son para compartir. La música está en un volumen medio. Puedes conversar, pero escuchando la música que ponen. Hay buena ventilación. Eso sí: el servicio debe mejorar. Está bien que un local tenga su propio concepto, pero éste no debe limitar la experiencia que un comensal tenga en él. A pesar de que en El Ceviche de Ronald los espacios no sobren, un cliente puede seguir sentado en la mesa si sigue consumiendo, ¿no? Por ello, resulta inaceptable que un comensal se retire prontamente de la cevichería debido al servicio. La rapidez no lo es todo siempre. Hay que considerar también la experiencia de los comensales en el establecimiento. Este factor, así como los platos, puede determinar si un cliente regresa o no. Por mi parte, creo que ustedes a estas alturas ya pueden adivinar por cuál de las alternativas me inclino.

Ay, casi me olvidaba: para tomar pedí una Pilsen personal (6 soles). Vino bien heladita. El vaso estaba a temperatura ambiente. Esto ayudó a que la chelita se caliente en el transcurso de nuestra visita.

Atención: 

Lunes a domingo, 11:30-16:30

 Otro local:

Ignacio Merino N° 2427, Lince