• La obra de Natalia Villanueva Linares va del 22 de septiembre al 16 de diciembre en el Centro Cultural de San Marcos.

Natalia Villanueva, joven artista nómade y multidisciplinaria de proyección internacional, señala, bajo este título enigmático, hacia la acción de coser con pequeñas agujas y toda la parafernalia cotidiana que la rodea. Al tomar distintas zonas de la sala de exhibición surge lo que se conoce en el arte contemporáneo con el nombre de «instalación»; esto es, una manera de agrupar y colocar conjuntos de objetos en el espacio para impactar al espectador. 

Cada instalación deja ver una constelación de objetos como agujas, carretes de hilos, alfileres, papel y otros insumos. Sobre su manera de ver las cosas, nos dice: «tengo dos perspectivas distintas en mi práctica: construyo momentos con una necesidad monumental por el volumen y colores, o revelo situaciones cargadas de detalles con un intenso espíritu metafórico».

Al hacerse de un sentido de protección, cada instalación sugiere proximidad entre los elementos diversos que la constituyen, además de una peculiar manera de otorgar familiaridad al material involucrado, como una corriente cálida de emociones. 

Natalia se graduó con honores en la Escuela Superior de Bellas Artes de París y vive entre América del Sur, Estados Unidos y Europa. Su mirada a través de sus objetos e instalaciones también encierran enigmas e historias inefables. En sus acciones, ella invita a los participantes a intervenir en dichos enigmas e historias de manera activa para dejar un rastro de nuestra existencia en ellos.

Texto curatorial de Augusto del Valle Cárdenas.