El domingo 3 de noviembre, el diario Perú21, del grupo El Comercio, decidió darle su portada a un torero. Este hecho generó un evidente malestar en cientos de lectores que criticaron que se le diera ese tipo de publicidad a alguien que se dedica a torturar y matar animales.
En una clara apología al maltrato contra los animales y retrotrayéndonos a tiempos en donde matar toros era una actividad normalizada en la sociedad, Perú21 le hace una entrevista al torero Álvaro Roca Rey, en donde demuestran su incapacidad para entender que celebrar mientras se tortura y mata a un animal no es arte, sino parte de una cultura de muerte y crueldad contra los animales que debería quedar en el pasado, para vergüenza de la raza humana.
Justamente, el mismo día de la portada de la crueldad de Perú21, se realizó en Lima la manifestación “Acho sin toros“, la cual, de forma pacífica, y a través de labores de incidencia social y visibilización de su causa, busca eliminar la práctica de la tauromaquia. Ellos y ellas exigen que la Plaza de Acho sea empleada para expresiones que nada tengan que ver con la tortura a los animales.
A pesar de las críticas, la directora del diario, Cecilia Valenzuela, no tuvo mejor idea que celebrar sus rancios delirios coloniales alabando que Roca Rey haya podido torturar a un toro en la Feria del Señor de los Milagros.
Tiempos como los que se están viviendo actualmente, en donde la defensa de los derechos de todos los seres en situación de vulnerabilidad se vuelve cada vez más necesaria, hacer apología a la violencia es completamente censurable. Y la prensa también tiene una responsabilidad al ayudar a difundir y perpetuar una práctica que debe quedar en el peor de nuestros pasados.