Karla Sifuentes ha denunciado que la familia paterna de su hija ha sustraído a Ángela, su pequeña de cuatro años, desde el 22 de febrero, que se fue con su padre Martín Flores Kam, y hasta el momento, transcurridas ya más de una semana, se niegan a devolverla y la mantienen encerrada en una casa del Rímac.

Karla tiene la tenencia de su hija y está divorciada del que fuera su esposo Martín Flores Kam, quien incluso en medio del proceso de separación, el 21 de enero, llegó a golpearla delante de la niña.

Debido a la violencia ejercida por Flores Kam contra Karla Sifuentes, se le pidió al Décimo Juzgado de Familia la orden de alejamiento y las medidas de protección para la menor ACFS por tener afectación psicológica y cognitiva por parte de su padre.

A pesar de esta violencia, en la conciliación extrajudicial por la niña, acordaron un régimen de visitas, el que no ha sido respetado por Flores Kam, teniendo a la niña sustraída y retenida en la casa paterna del Rímac.

Según el acta de conciliación, Flores Kam debería recoger a la niña los sábados y devolverla los domingos, pero el 22 de febrero decidió no hacerlo, generando un dolor innecesario en la vida de Karla Sifuentes y su hija Ángela.

Martín Flores Kam

Ella se ha movilizado por Breña, Santa Anita, el Rímac todos estos días que la niña está desaparecida, intentando dar con la ubicación de su hija. Incluso fue con policías puesto que Flores Kam se encontraba en flagrancia, pero logró esconderse y se inubicable, a pesar de que a Karla le ha llegado información de que el sujeto sigue laborando como profesor en Tecsup.

Según el testimonio de la madre, la niña se encuentra en una zona insegura y encerrada con candado, no la llevan al nido para que la policía pueda dar con ella, y están perjudicándola no solo emocionalmente, sino también obstaculizan su acceso a educación, salud, vivienda digna y desarrollo integral de su personalidad.

Las autoridades pertinentes deben actuar con celeridad, ya que la menor está en siendo vulnerada al ser apartada de su madre y sin poder salir de la casa donde la tienen retenida.