De la colección de frases racistas, clasistas y cínicas que nos está dejando el gobierno de Dina Boluarte, tal vez las peores son las proferidas por quien dirigie las políticas educativas nacionales, el ministro de Educación Óscar Becerra.

Frente a la pregunta de una periodista de Canal N, sobre las críticas que se han hecho a las mujeres indígenas que participan en las marchas, muchas de ellas con sus hijos, Becerra hizo deplorables afirmaciones revelando una vez más el carácter profundamente racista de la violencia que se está ejerciendo contra las y los manifestantes.

El funcionario, que debería ser sancionado por el Ministerio de Cultura, pues la discriminación en el Perú está penada, manifestó lo siguiente:

“Ni siquiera los animales exponen a sus hijos al peligro, lo vemos todos los días en estos canales de naturaleza donde una madre muere defendiendo a sus hijos para que no sean atacados”.

Las considera peor que animales, animalizar a una población vulnerable y racializada históricamente es la forma más común de deshumanizarlas para que no puedan alcanzar derechos. Con esta frase, el ministro no hace referencia a un contexto especial, sino a un imaginario histórico que pervive en nuestra sociedad colonial.

“Se les puede llamar madres a las que llevan a sus hijos y los exponen a la violencia de la que estamos siendo testigos”.

Acá el funcionario reconoce que se está viviendo en un contexto de violencia, originado por las fuerzas represoras del Estado, pues sino cómo unas mujeres desarmadas y solo con sus hijos a cuestas pueden ser agredidas en una plaza pública llena de policías, en donde lo público y la presencia de la fuerza policial deberían dar seguridad y no lo contrario.

“A ese extremo de manipulación podemos llegar”.

El ministro, que ya les ha quitado humanidad, también les quita agencia, la capacidad de decidir por sí mismas. Para la derecha fascista, las poblaciones que protestan no pueden estar decidiendo por sí mismas, siempre hay gente detrás, más inteligente, más rica, más cubierta, que las moviliza.

“Yo dudo que sean las madres, yo creo que tal vez en la extrema necesidad en la que se encuentren algunas mujeres lleguen a alquilar a sus hijos para que sean llevados a estos, pero no puedo concebir a una madre exponienco a sus niños al peligro”.

Primero duda de la maternidad de las mujeres, de su ser madre, para luego señalar que hay madres que alquilan a sus hijos, y estos hijos alquilados son llevados por las mujeres aymaras en sus espaldas para ponerlos en peligro. Solo una persona muy perturbada puede creer en esta teoría maniquea y ridícula acerca de las manifestantes.

“Lo peor de todo es que la mente siniestra detrás de estas manipulaciones a nuestras hermanas y hermanos se esconden y no le dan la cara”.

Para sella con broche de oro, el funcionario no cree que las mujeres tengan capacidad de pensamiento, reflexión y decisión. Al parecer Becerra vive en otro planeta, pues nunca ha visto a madres protestando, a mujeres marchando, a personas decidienco sobre cómo quieren vivir.

Y hasta ahora sigue siendo ministro de Educación.