El cantante estadounidense R. Kelly (Robert Sylvester Kelly) fue sentenciado el 29 de junio a 30 años de cárcel por abuso sexual, tráfico sexual de niñas y mujeres y por formar parte de una organización criminal.

Fueron los testimonios de 7 mujeres que fueron victimizadas por el cantante y sus cómplices los que se valoraron al momento de que la jueza federal Ann Donnely dictara la sentencia.

Nueve meses duraron las investigaciones y la prisión preventiva de R. Kelly quien fuera acusado de aprovecharse de su fama para abusar sexualmente de mujeres, incluso niñas.

Breon Peace, el fiscal federal sostuvo en un documento presentado al tribunal que “sus actos eran insolentes, manipuladores, controladores y coercitivos. No demostró ningún arrepentimiento ni respeto por la ley”, además de que la “sentencia larga de cárcel disuadirá a otros -ricos, famosos y con poder excesivo como el que otorga su estatus- de cometer este tipo de delitos”.

El fiscal añadió que “R. Kelly es un depredador. Esta es una victoria para sus víctimas, la justicia y para los futuros sobrevivientes de agresión sexual”.

Kelly tiene otros pendientes con la justicia. En la quincena de agosto se iniciará otro juicio en un tribunal de Chicago contra el cantante y dos de sus colaboradores por manipular un juicio de 2008 por pornografía y ocultar daños de abusos a menores.