Sandra Marleni Medina Avilés (38) fue envenenada por su pareja y padre de su hija de 7 meses, Wilmer Salas Pisco (18). El asesino la tuvo en su casa secuestrada mientras ella agonizaba por el veneno que le obligó a consumir. Quince días duró la agonía hasta que el cuerpo de Sandra no pudo más y falleció el 11 de enero en la localidad de Aucayacu, en Tingo María (Huánuco). Su asesino se encuentra no habido.

Sandra se suma a las altas cifras de feminicidio que se están registrando este año en el Perú, en donde cada 48 horas es asesinada una mujer por culpa de la violencia machista. Cuatro de los feminicidas ya han sido capturados hasta el momento.

La ciudadanía exige mejores medidas de prevención frente a estos asesinatos de mujeres, tres de ellas habían realizado denuncias de violencia familiar en las comisarías de su sector, pero estas no sirvieron para detener su fatal desenlace. Asimismo, que las y los niños que han quedado huérfanos reciban una compensación económica para que su calidad de vida no se vea más afectada de lo que ya está.