“Huk teqse”, de Vanessa Rodríguez, un universo poético a descubrir
Vanessa Rodríguez Narváez es una joven poeta (y psicóloga) que publicó su primer poemario este año a través de la casa editorial Caja Negra, lo tituló Huk teqse, en lengua quechua, que significa “un universo”. En esta entrevista conocemos más sobre su trabajo poético.
¿Por qué titulaste a tu primer poemario ‘Huk teqse’?
Pienso que la poesía es una forma de expresar una filosofía de vida, unas emociones, unos sentimientos alrededor de una perspectiva; entonces yo quería titular o, al menos esa es mi intención cuando escribo poesía -y creo que aunque no lo quiera está ahí-, reconociendo la pluralidad, la diversidad, quería hacer un registro de un universo, cada persona puede llegar a ser un universo variado, rico, florido, triste, en fin, reconociendo eso es que titulo a este poemario “un universo”, porque es un intento de registrarme así de amplia.
¿Cuál es tu relación con la cosmovisión andina?
El Ande es parte de mí, mi abuela era quechuahablante, yo nací en Apurímac, en una provincia llamada Antabamba, he aprendido quechua, tanto por mi familia como tomado clases. En el periodo que escribí este poemario también absorbía mucho, estaba muy apasionada por leer sobre la cosmovisión andina y de alguna manera siempre he querido que impregne mi vida con su armonía con la naturaleza, con su respeto por los seres que habitan en este universo. Creo que mucho ha sido arrancado de nosotros, parte de nuestros orígenes ha sido arrancado y negado, y siento que es importante revalorar ese aspecto en nosotros, y mucho más cuando estructuré el poemario. También siento que es asombrosa la forma de articular el universo a través de la cosmovisión andina, es bello y para mí es fascinante, el mundo de aquí, el mundo interior, el mundo superior representado por ciertos animales, y cada cual organizado de una forma en que podamos entender la vida, para mí es algo nutritivo el conocer más allá de lo que existe ahora, de dónde se ha partido de alguna manera.
En ‘Huk malqa’, le dedicas cuatro poemas a Lima, que te inscribe en esta larga tradición poética que ha mantenido una relación de amor-odio con la capital, y de la que al parecer no podemos escapar, ¿qué sientes alrededor de Lima?
Lima es una ciudad que me ha albergado gran parte de mi vida, de la cual he buscado huir, he buscado regresar, tengo una relación que intenta ser funcional, en la cual está mi familia, amigos, muchas experiencias importantes en mi vida, y a la cual estoy segura veo con nostalgia de lejos a veces. Tengo muchas cosas que agradecer a Lima; sin embargo, también siento que respirar fuera de ella me hace bien.
En Qayllapura hay un acercamiento a la poética de Vallejo, ¿cómo ha marcado tu ruta poética nuestro más grande poeta?
Vallejo siempre ha sido un importante referente para mí, más a nivel de Perú, ya que él representa la posibilidad de la exploración, la posibilidad de la libertad completa de la palabra, y no solamente ello, sino que representa un ser humano que no tuvo límites, que se fue a Francia sin saber el idioma, en fin, no solamente su obra poética, sino su acercamiento a la vida. Para mí este poeta es uno a los cuales siempre voy a regresar y además fue uno de los primero poetas que yo leí con verdadera pasión y observé con detenimiento, siempre me produjo inspiración. Volver a leer a Vallejo para mí ha sido encontrar una sensibilidad, una belleza que me permita también explorar esos sentimientos, esa estética. Vallejo siempre estará presente, como lo digo en el poema.
Tus poemas destacan por explorar el tiempo, el recuerdo, la ausencia, la pérdida y la muerte, pero en tono contemplativo, casi pareciera que sin dolor, ¿es justamente porque el tiempo lo cura todo?
La obra siempre va a ser ya independiente del autor, van a surgir mil interpretaciones, mil sentimientos y está bien. Cada vez que escribo lo hago con mucho sentimiento, como un medio de canalizar, hasta terapéutico, a medida que voy escribiendo siento que voy encontrando un camino un poco más calmado, más contemplativo, mi estado de equilibrio de alguna manera. Es un proceso, porque la emoción empieza desbordándome y escribo, y poco a poco el camino se hace más claro y más calmado. No sé si el tiempo lo cura todo, pero sí sé que podemos aprender a sanar por lo que hayamos pasado, sé que podemos llegar a una aceptación que nos permita aprender y sacar lo mejor de lo que nos haya tocado vivir, tal vez no lo mejor, pero sacar algo de provecho del dolor y del sufrimiento, algo que nos permita liberarnos y trascenderlo.
¿Cuáles son tus planes futuros?
Tengo pensado escribir un par de libros, uno más ligado a la psicología y otro es una recopilación de textos que he escrito después del 2010, que escribo Huk teqse a la fecha, entonces tengo mucho por editar, este sí va a ser un poemario no cronológico de alguna manera, no basado en un periodo especial de tiempo, sino mas bien va a ser una selección de poemas que yo quiero hacer para compartir.