• El cardenal Juan Luis Cipriani no pudo salirse con la suya en su intento de que la Conferencia Episcopal Peruana se retracte sobre las denuncias y sanciones que tiene de parte del Vaticano.

El 28 de marzo de 2025, el castigado Cipriani envió una carta a la CEP exigiendo que se retracten sobre un pronunciamiento en donde señalaban que se sentían apenados «al conocer las recientes noticias acerca del Cardenal» y que lamentaban «el dolor sufrido por la víctima» de sus abusos y por la comunidad eclesial. Así también, reconocían la sabia decisión del Papa de «unir justicia y sabiduría» al imponerle limitaciones y dejar que se jubile.

A Cipriani no le gusté este comunicado y envío una carta de rectificación dirigida a los obispos, a la cual la CEP ha respondido ratificándose pues no dicen nada más que la verdad. “El comunicado relaciona la aceptación de mi renuncia con el imponerme algunas limitaciones ministeriales. Olvida, o no toma en cuenta, que el Decreto es de once meses después de mi renuncia en el mes de diciembre de 2019, sin relación alguna con mi renuncia y además con una fundamentación jurídica muy extraña”, argumentaba Cipriani.

Añadiendo que “no ha habido un juicio, no se han presentado pruebas, no se me ha permitido defenderme, no hay testigos, ni nada. El Decreto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que es reservado, menciona que existe un fumus delicti. Es decir, posibles indicios que no han sido comprobados porque no se me ha sometido a un juicio que me garantice el derecho a la defensa”.

La CEP le ha respondido el 7 de abril de 2025 con el siguiente tenor: «Renovamos el reconocimiento señalado en nuestro comunicado, afirmando que el Santo Padre ha tratado al Cardenal Juan Luis Cipriani, con exquisita caridad pastoral». Asimismo, concuerdan con lo declarado por Matteo Bruni, director de la Sala de Prensa del Vaticano, de que a Cipriani le «fueron impuestas unas medidas disciplinarias que afectan su actividad pública, su lugar de residencia y el uso de insignias eclesiásticas se mantienen aún vigentes» y que el firmó y acató obedientemente.

Por último, vuelven a lamentar “el dolor que los hechos materia del presente comunicado estén causando y reafirmamos nuestra cercanía a las víctimas de cualquier tipo de abuso, pues como dice el Papa Francisco: ´el dolor de las víctimas y sus familias es también nuestro dolor‘“, sentenciaron.

Esto no le gustará a su defensor Rafael López Aliaga, quien se atrevió incluso a condecorarlo como si fuera un héroe y no un abusador sancionado por su propia institución.