Luego de que el presidente Martín Vizcarra anunciara elecciones anticipadas dentro de un año para que se vayan todos, incluido él mismo, fue notorio que la segunda vicepresidenta del Perú, Mercedes Aráoz, recién se enteraba de la decisión tomada por el mandatario. Mientras todos los ministros se levantaban a aplaudir la decisión del mandatario, Aráoz no salía de su estupor, quedándose sentada hasta el término del anuncio.

¿Qué había pasado? Pues Vizcarra no la incluye en su círculo de confianza desde que empezó a gobernar, como bien señala el ministro de Justicia, Vicente Zegarra, al comentar que nunca ha visto a la vicepresidenta en un Consejo de Ministros, que es donde se toman las decisiones más relevantes del gobierno: “Los ministros de Estado articulamos con el señor premier y el presidente de la República. Desde que estoy como ministro de Estado ella (Mercedes Araoz) no ha participado de los Consejos de Ministro, así que los acuerdos se toman bajo la presencia del presidente de la República”.

Imagen

Pero cómo confiar en Aráoz si en toda su carrera política ha demostrado servir a los intereses de la derecha fujiaprista, desde el APRA, con los espantosos sucesos en Bagua, en donde fue responsable directa, minimizando el impacto de la corrupción de los gobiernos de Alan García y postulando a la presidencia con ese partido, hasta PPK y el indulto a Fujimori, en donde mintió frente a lo que acontecía, traicionando incluso a sus propios compañeros, que luego renunciaron a la bancada oficialista. Hace bien Vizcarra en rechazar su presencia, a pesar de su investidura.

Imagen