Existe otro tipo de violencia sutil que daña y mucho, que hemos visto en estos últimos días, que están siempre presentes y merecen ser expuestas. La violencia encaletada es esa que cuesta percibir, que no derrama sangre, pero mutila la autonomía, reduce el valor de la mujer, destruye las autoestimas y hace vidas infelices, nace disfrazada en una relación de “amor”, por esto se identifica con dificultad y con mucho dolor se aceptan, y es que la violencia psicológica y manipulación emocional está muchas veces presente y cuesta mucho valor aceptar.
Hemos visto algunos casos de personajes conocidos que sí merecen ser conversados porque son referentes de otras personas o ejemplifican situaciones que las mujeres hemos vivido, y tiene que quedar claro que ese tipo de relaciones no nos harán felices, libres y con vivir dignidad y felicidad. Veamos algunos:
Michael Bublé, el “gracioso espontáneo”
Este es de los más peligrosos, porque jamás lo vas a imaginar a primera vista. Es el tipo encantador, que tiene la imagen de caballero, talentoso, todas las personas lo quieren y lo admiran, de hecho, acusarlo sería perjudicial para la víctima, pues es una “gran” persona. Precisamente esta es la imagen del narcisista manipulador emocional, que se alimenta de la imagen que proyecta a las y los demás, que tiene un ego descomunal, que siente que es el centro del universo y que todo gira alrededor de él, y lo proyecta en cómo desea que fluyan sus relaciones de pareja.
Luisana Lopilato ha salido de la escena pública y ha dejado un camino súper bueno en la actuación y el modelaje desde que se vinculó con Michael Bublé, ha pasado a ser “la esposa de” y solo este señor ha podido surgir y seguir cumpliendo sus sueños como cantante. Hace poco se difundió un video, que reafirma con un lenguaje corporal evidente, la situación de violencia que ella atraviesa, en donde él la minimiza, ejerce el control, haciéndola sentir inútil y torpe, y ojo, siendo totalmente consciente del acto, de manera muy astuta lo disfraza de broma, para que su conducta de machito agresor pase desapercibida.
Luisana está siendo manipulada y debe sentir mucho miedo, tanto a las conductas que él pueda emprender sobre ella, que no sabemos hasta donde llegan, como también miedo a ese ideal de amor que le ha hecho pensar que sin él no podría vivir “feliz”, en verdad siente que lo ama, no se imagina una vida sin él y por ello borra los videos y hace declaraciones para desmentir los hechos que sugiere no sean mal interpretados.
No es fácil romper las cadenas de ese amor dominante y mucho menos es fácil romper el silencio y aceptar públicamente que fuiste o eres víctima. No es su culpa, no es tonta ni mucho menos, es víctima y punto.
Camilo, “el último romántico”
El típico romántico “detallista” salido de los cuentos de hadas, pues ni Romeo es tan sacrificado como él. Es de esos que dicen estar dispuestos a todo por amor, los que viven endiosando a sus musas, pero ojo, el endiosamiento tiene que ser público, todas las personas deben saber que él es un galán y aplaudir el hecho, si a ella le gusto o no los detalles, no importa, solo importa sentir la algarabía de la gente. Necesita alimentarse de la valoración, pero además, y aquí viene lo más esencial, dejar en claro que esa chica es “suya”.
Según el muchacho está haciendo una revolución del amor, pero todo el tiempo viola el derecho a la libertad y consentimiento de su pareja Evaluna, quien no tiene voz ni voto para decidir cómo se comercializa con su imagen y privacidad, que de pronto ella misma ya no se pertenece. Ella ha sido mutilada en su decisión de cómo decide pasar los días, de cómo decide ser, de cómo también ella quiere que se lleve a cabo la relación, es una chica muy sumisa, el tipo la graba y le canta mientras duerme como señal de “amor”, lo cual es difundido por redes sociales, lo cual es de terror, pero el mundo machista les hace pensar que es eso “lindo”.
No le basta con disfrutar de su compañía, necesita, como se dice en términos criollos, orinarla cual territorio, para que sepan que es suya, y al hacer actos “románticos” públicos, en el supuesto en donde ella los reprocha o rechaza, evidentemente él será la víctima y ella será la mala de la película que no sabe valorar semejantes muestras de amor.
Aquí hay dos cosas, por un lado, la conducta obsesiva que promueve los acosos que invaden la privacidad de la persona, la vida del sujeto se debe a la de su víctima y eso es enfermizo y peligroso. Incluso puede terminar en chantajes suicidas cuando la pareja decide romper o en feminicidios porque si no eres de él no serás de nadie. Por otro lado, está la conducta posesiva, pues cual objeto o territorio, el que ella sea mostrada como su pareja constantemente tiene un mensaje mayor a sus congéneres machunos, y es que el anuncio social de ese tipo de sujetos es que esa mujer le pertenece y ojito, nadie más que él puede tenerla.
Evaluna pierde su autonomía totalmente, ya no basta con que sea la hija de Ricardo Montaner, ahora también es la novia de Camilo, y se desvanecerá su esencia con el pasar del tiempo, estando limitada, pues todos ya saben que ella le pertenece a ese hombre.
Paolo Guerrero, el “macho que se respeta”
Este es el engreído, el hombre modelo, el que todo lo pudo y todo lo puede, el que es admirado por la gente por lo que representa, es el que surgió desde abajo contra todo y es valorado, es bueno en lo que hace, muy talentoso y responsable, pero no soporta que algo no salga como él quiere, inmediatamente hace la pataleta para lograr sí o sí lo que le mantenga feliz, eso aplica desde la jugada fallida, hasta el cómo se desenvuelve en sus espacios personales. Siempre quiere el control de todo, de todos y de todas.
Creció con la imagen de la mujer a su servicio, su madre, y por eso cree que las mujeres siempre deben estar prestas a tolerar y hacer todo lo que él quiere y desea, siempre tendrá que salirse con la suya, es la única forma en que estará tranquilo, no acepta que algo esté fuera de sus dominios.
Aquí el futbolista que nos ha llenado de muchas alegrías en el fútbol peruano, en la conversación sostenida con su amiguito Jefferson Farfán, se dejó ver como el machista dominante que es e inseguro también, pues en un acto de posesión de su ya sumisa pareja Alondra García Miró, demostró que muy poco le importa el desarrollo profesional de su compañera en el mundo de la actuación, en donde ella, bajo el condicionamiento de él, se encuentra limitada a actuar en escenas que involucran besos. Asumo Paolín, solo la quiere en el cine hindú.
Ella, en profunda condición de víctima manipulada, sintiéndose “dichosa” de estar con el señor que es casi tratado como héroe nacional, no toleraría que algo dañe su relación y por eso dice que siempre la pondrá por delante, aunque eso signifique cortar las alas de sus sueños y proyecciones como actriz y vivir siempre bajo la sombra del futbolista, para que, poco a poco, su imagen se desvanezca y se convierta únicamente en la pareja de. Para Paolo, Alondra es como una especie de trofeo, la chica linda, que como él mismo señaló, antes no le hubiera hecho caso, pero ahora, sabiéndose poderoso y “codiciado” sabe que puede hacer lo que le da gana dentro de su relación, bajo sus reglas y condiciones.
Patricio Parodi, “el bromista juguetón”
Este es el clásico bacancito, el chico guapo que por esas extrañas razones derivadas del patriarcado, a las chicas les gusta. El tipo es malcriado, irrespetuoso y trata mal a las mujeres, pero encaja en los cánones occidentales de belleza masculina y trata de verse bien, vacío y hueco, pero eso no importa, igual les gusta a muchas chicas y desean que las mire al menos. Es clasista, racista y discriminador, entonces la mujer a la que le dirige la palabra se siente halagada. Más aún si entonces decide elegir a una como pareja, es en definitiva “la ganadora”.
Patricio Parodi, que es un donnadie sin mérito alguno, resulta importante porque su imagen tristemente es referente para adolescentes y jóvenes que lo ven como modelo a seguir, entonces el que se le vea humillando, ridiculizando, violentando públicamente a su novia Flavia Laos, sí preocupa.
El tipo hace caso omiso a los reclamos de su novia, cuando esta le cuestiona la agresión disfrazada de broma, pues tirarle los huevos en la cabeza, de la forma en la que la hizo y exponiendo el hecho mediante redes sociales, es un acto de misoginia terrible, la trata como le da la gana, pero además siente el placer de demostrarlo, para así sentirse más machito, y en caso a ella no le guste, pues no importa, la cola es larga y hay muchas otras mujeres más que quisieran ocupar su lugar, así que si quiere, que se aguante. Peor aún, luego que el hecho se cuestionó públicamente, el tipo emitió una respuesta discriminadora hacia Ana Jara, exministra de la Mujer, quien reprochó el hecho, pues sintiéndose todopoderoso cuestionó con desprecio que ella haya ocupado dicha cartera ministerial y minimizó la crítica, así también, Flavia, víctima de la manipulación psicológica del sujeto, niega que se trate de violencia y afirma que son juegos de pareja, aunque su reacción inmediata haya manifestado todo lo contrario. Ella quiere seguir con el hombre de sus sueños y no va a tolerar perder esa gran oportunidad que tuvo al ser la elegida.
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Es importante tomar en cuenta, que ninguna de estas mujeres, o quienes pasan situaciones similares, son tontas o no se quieren a sí mismas, todas ellas son víctimas del modelo de amor que nos han hecho creer, todas ellas están tolerando esas miserias por ser presas de sus sentimientos y la cultura machista en la que hemos crecido y que es durísimo deconstruir. No es fácil darse cuenta, y cuando eso ocurre, tampoco es fácil actuar y romper las cadenas.
La violencia tiene muchos rostros, a veces es sutil, y por ende también muy peligrosa, somete a muchas mujeres y destruye autoestimas. Las mujeres comienzan a cuestionar sus actos o acciones constantemente pensando que ellas están equivocadas, pues encima los manipuladores buscan asignarles responsabilidad de los actos, piensan en qué fallaron, se preguntan si tal vez están siendo muy sensibles y la acción de la pareja no era para tanto, en el fondo no se están sintiendo felices y no saben por qué, si aparentemente todo está yendo bien en sus vidas, tienen que dar explicaciones a sus amistades y familiares por el comportamiento de la pareja, la misma mujer oculta información y vive en oscurantismo para evitar dar explicaciones que no podrá darlas, nacen las mentiras para evitar que le cambien la realidad, se pregunta si está siendo buena pareja y no identifica que la del problema no es ella, y no porque sea su culpa, sino porque está siendo víctima de la manipulación y sometimiento emocional del agresor psicológico.
Eso sí, cambiemos el “amiga, date cuenta” por “amiga, cuenta con nosotras”, con amor sororo todo lo podemos. La culpa nunca será de las mujeres víctimas.