Rocky Gómez Sangama (35), natural de Iquitos, fue encontrado muerto en la habitación que alquilaba en el Asentamiento Humano Kumamoto, en el distrito de Ventanilla.
Él había sido reportado como desaparecido desde el 28 de octubre por su familia, cuando dejó de dar señales de vida. EL 2 de noviembre, la dueña del edificio fue a buscarlo a la habitación que le rentaba y lo encontró muerto.
El cuerpo se encontraba en estado de descomposición, tenía las manos atadas y presentaba severas quemaduras. La última vez que lo habían visto con vida había ingresado con un hombre, quien sería su pareja, un ciudadano venezolano de nombre Alejandro, según señalaron sus familiares.
Gómez Sangama era chef y vivía solo desde hace dos meses en el quinto piso del inmueble. Su muerte se configura como un crimen de odio pues el joven fue golpeado, maniatado, torturado y quemado.