Al parecer, para Julio Rosas es más importante negarle el derecho a la identidad a las personas trans que atender serios problemas diplomáticos, como que a Donald Trump no le interese ni un poquito venir al Perú para el evento más importante de América: la Cumbre de las Américas, desairando a Latinoamérica.

Como anunció en su fanpage, el congresista evangélico, conocido por hacer lobby en contra de los derechos de las personas LGTBI, solicitó citar al Canciller al Congreso de la República para que explique la decisión de reconocer a las personas trans con sus nombres sociales en las credenciales para participar en la Cumbre.

Según el congresista, el Ministerio de Relaciones Exteriores está violando la Constitución, la identidad y la soberanía nacional porque el ministerio está prohibido de hacer estas tres cosas:

1. Identificar a las personas con un nombre de fantasía personal.

2. Implementar baños para mujeres, para hombres y neutros, es decir, sin asignación de género.

3. Que el personal de la Cancillería capacite en derechos LGTBI a los funcionarios que participarán en la Cumbre para que haya espacios respetuosos a la diversidad sexogenérica.

El congresista consideró esto como una forma de discriminación, ya que sostiene que habrá espacios respetuosos para las personas LGTBI y no respetuosos para todos los demás.

Sostuvo, asimismo, que hay “injerencia de ideologías extrajerizantes que promueven una ideología que atenta contra la identidad biológica natural del ser humano”. 

También manifiesta que reconocer a las personas trans con un nombre de “fantasía” puede atentar contra la seguridad nacional, porque así pueden entrar personas violentas que no quieren que la Cumbre se lleve en buenos términos. 

https://www.facebook.com/JulioRosasH/videos/1622608267793518/

Parece que Julio Rosas no sabe que la Organización de Estados Americanos reconoce la presencia de las personas trans con el género con el que se identifican, buscando garantizar el derecho de todas y todos de participar en eventos relevantes para las transformaciones sociales de los países. 

Que las personas trans participan reconocidas por organizaciones internacionales que promueven sus derechos y están debidamente identificadas, por lo que no son ningún problema de seguridad nacional. No cualquiera se identifica como una persona trans, hay que ser muy valiente para hacerlo. 

Que el uso de baños neutrales no solo beneficia a las personas trans, sino a cualquiera que necesite un baño, y que fijarse en ese tipo de servicios solo demuestra lo ridículo de las quejas del congresista. 

Que las capacitaciones a funcionarios evitan que las personas sean discriminadas, por ello son necesarias, y ojalá hubiera más y de forma permanente en todas las instancias del Estado.

Que generar espacios respetuosos por condiciones de vulnerabilidad son el mínimo que cualquier Estado debe garantizar, eso no implica que otros sean discriminados, como ilógicamente asume el congresista conservador, sino que las personas más vulnerables a la discriminación puedan participar en igualdad de condiciones en las actividades organizadas para la Cumbre.

Esperamos que el congresista Rosas se dedique algún día a fomentar el amor y no el odio y la continua discriminación, no necesitamos más personas como él en el Congreso.