Las brechas económicas en el Perú se han dado a notar mucho más en la emergencia sanitaria que atravesamos. ¿Están las comunidades indígenas a merced del coronavirus?

El presidente Vizcarra dirige mensajes todos los días a la población. Dentro de esas medidas parece no haber tomado en cuenta a un sector que no solo vive del “día a día” como ha sido romantizada la precariedad, sino de la poca presencia del Estado en algunas partes del Perú.

“Estos son los grupos más postergados y empobrecidos del país y entre los que el contagio del virus generaría el mayor número de víctimas”, afirmó Tarcila Rivera Zea, vicepresidenta de la asociación Chirapaq.

Bolsillos golpeados

La medida de aislamiento obligatorio dispuesta por el gobierno, ha impedido, por ejemplo, que mujeres indígenas puedan ir hacia los distritos y pequeños mercados en donde comercializaban animales menores y sus productos agrícolas, con el objetivo de generar un ingreso adicional.

Por estos días, los varones, por su parte, no pueden trabajar en el asfaltado de carreteras o en pequeños proyectos de construcción en donde son mano de obra.

“Esto genera enorme presión en la economía de las familias andinas y principalmente a las mujeres indígenas de quienes se espera ser las proveedoras de alimento en el hogar”, explica la activista indígena.

En las zonas urbanas, mujeres indígenas también han sufrido esta crisis económica. San Juan Bautista es un distrito ubicado en la periferia de Huamanga (Ayacucho) y fue fundado por cientos de familias desplazadas por el conflicto armado interno; las mujeres se organizaron para vender platillos regionales, como medio de autoempleo.

Por la crisis sanitaria y el estado de emergencia declarado, la Asociación Gastronómica de Vendedoras de Comida Típica Santa Rosa de Ayacucho ha detenido sus actividades, produciendo pérdidas de casi 1300 soles para cada una de sus asociadas.

Educación es una ilusión

“En comunidades donde solo hay luz eléctrica por horas y donde por supuesto no hay internet, la teleeducación es un sueño aún distante”, continuó Tarcila Rivera.

Según el informe presentado por Chirapaq, no se han adoptado estrategias idóneas para que, por ejemplo, los niños, niñas, adolescentes y jóvenes indígenas de la provincia de Vilcas Huamán (Ayacucho) puedan iniciar óptimamente el año escolar.

Las comunidades indígenas se las han ingeniado y, ante una cobertura radial limitada, recurren al uso de altoparlantes para difundir medidas para prevenir el contagio del coronavirus y las disposiciones del gobierno; lo hacen en quechua.

“Exhortamos a que el Ministerio de Educación pueda incorporar esta forma de comunicación, de uso tradicional entre nuestros pueblos, para que los niños y niñas indígenas no pierdan el año escolar”, remarcó Rivera.

¿Habrá una pronta respuesta del gobierno? Recordemos que el estado de emergencia se extendió hasta el domingo 26 de abril; dos semanas y media más.

(Fuente: Chirapaq.org.pe)

(Imagen de cabecera: Chiripaq)