Así lo denunció el colectivo feminista Ni una menos Iquitos, quien hizo visible la situación que vivió la mujer con síndrome de down DAAM (35), quien fue violada y mal atendida en el Hospital Regional de Loreto.

DAAM estuvo resistiendo desde el 8 de marzo fuertes dolores abdominales que la llevaron a ser atendida primero en el centro de salud de Pevas y luego trasladada al Hospital Regional de Loreto, en donde se negaron a atenderla hasta el fatal desenlace el día de ayer. Sus familiares denuncian negligencia de parte del cuerpo médico y ausencia de identificación del delito de violencia sexual contra la fallecida.

“Expresamos nuestro dolor, indignación y repudio contra la violencia machista perpetuada contra D.A.A.M. a quien llamaremos María (por pedido de la familia no se revelará su identidad).

María falleció tras sufrir abuso sexual en la ciudad de Pevas, y ante la ineficiencia del sector salud, por lo que exigimos al Ministerio Público del Distrito Fiscal de Loreto buscar a los responsables de la violencia contra María, pero también hacemos un llamado a la Dirección Regional De Salud Loreto, al Ministerio de Salud del Perú y al Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables del Perú sobre la falta de atenciones debidas ante lo que a clara luz debió identificarse de inmediato como una agresión sexual ¿y el protocolo para identificar violencia sexual en pacientes? 

María, de 35 años y con habilidades diferentes (síndrome de down) ingresó el 8 de marzo al Centro de Salud I-3 de la localidad de Pevas indicando fuertes dolores en el vientre. Pero además indicaba una conducta de miedo hacia el personal médico masculino y presentaba hematomas (según referencia de familiares), pese a ello el médico Fernando Fernández indicó como referencia médica: abdomen agudo y apendicitis aguda, pidiendo su traslado de urgencia al Hospital Regional de Loreto “Felipe Arriola Iglesias” en la ciudad de Iquitos. 

En el hospital regional descartaron el diagnóstico dado por el médico Fernández, pero tampoco identificaron la agresión sexual, diagnosticando una infección urinaria, y pese a la urgencia se negaron a internarla.

Fue la familia de María, quienes preocupados por su falta de mejoría y alertados por el cuadro que presentaba: convulsionaba y se ponía muy nerviosa ante la presencia del personal médico masculino, solicitaron su evaluación ante el médico legista, confirmando la condición de violencia sexual.

La situación de María empeoró y fue internada en el hospital regional, donde falleció tras 3 días de luchar por su vida.

Ante esto, alzamos nuestra voz exigiendo justicia para María, y acompañamos en el dolor e indignación a la familia. Si tocan a una, respondemos todas”.

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