Compartimos el pronunciamiento del Círculo de Derechos Humanos de la UNMSM por la claridad con la que explican la forma en que la violencia desatada por la policía los días 11 y 12 de setiembre del presente han afectado los derechos fundamentales de las y los estudiantes sanmarquinos.
Pronunciamiento
El Círculo de Derechos Humanos – UNMSM, grupo académico dedicado a la defensa y promoción de los derechos humanos, considera necesario pronunciarse frente a los hechos ocurridos en nuestra Universidad los días 11 y 12 de setiembre:
1.- Sobre las manifestaciones realizadas en los exteriores del campus universitario
De acuerdo al inciso 12 del art. 2 de la Constitución Política del Perú, el art. 15 de la Convención Americana de Derechos Humanos y el artículo 21 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos toda persona tiene derecho a reunirse pacíficamente y sin armas. Este derecho comprende la adopción de medidas de presión tales como la huelga y la protesta como manifestaciones válidas de su ejercicio.
En efecto, en un Estado Democrático y de Derecho como el nuestro, se reconoce que los medios institucionalizados de diálogo y solución de conflictos pueden fallar, generando que medidas de fuerza, tales como la toma de las instalaciones de la Universidad y manifestación en espacios públicos se conviertan en medidas necesarias y efectivas al ser las únicas que puedan expresar y tornar visibles las denuncias que diferentes grupos efectúan.
Es así que ante la múltiples denuncias realizadas por la comunidad estudiantil sobre el recorte y/o mutilación de parte del campus universitario, se buscó, en primera instancia, el diálogo con las autoridades de la universidad, sin encontrar respuesta alguna. Es así que, a pesar del clamor emitido por la comunidad estudiantil, el Rector Orestes Cachay Boza ha manifestado en múltiples canales de la prensa local que la universidad cedería parte de su terreno a fin de que se concluya el ineficiente proyecto sobre el anillo vial; conllevando este quiebre institucional a las últimas manifestaciones realizadas por el estudiantado.
Asimismo, es importante resaltar que resulta necesario que tanto la sociedad como los distintos medios de comunicación se informen sobre las circunstancias que motivaron la adopción de esta medida, a fin de no emitir información parcializada que contribuya a criminalizar y descalificar el ejercicio del derecho a la reunión y protesta de los y las estudiantes.
2.- Sobre la posterior actuación de la Policía Nacional del Perú
El miércoles 11 de setiembre de 2019, a horas de la noche, sendos efectivos policiales ingresaron al campus universitario; no siendo suficiente con ello, dispararon múltiples bombas con gases lacrimógenos contra el estudiantado. Evidencia de esto son las imágenes que vienen circulando en las redes sociales sobre los disparos hechos a la Facultad de Letras y cómo los gases lacrimógenos se concentraron en una parte de dicha facultad, causando graves daños a la integridad física de los estudiantes que se encontraban en clases. Ayer la represión fue mucho más violenta, se registraron casos múltiples de balas de perdigones contra estudiantes y los gases lacrimógenos entraron a nuestra Facultad de Derecho y Ciencia Política.
Dichos eventos constituyen actos que atentan primordialmente contra el principio de proporcionalidad que debe guiar todo uso de la fuerza por parte de las autoridades policiales puesto que el daño ejercido fue mayor al ser utilizados cuando la obstrucción de la vía pública había ya concluido, afectar a personas no directamente involucradas con las manifestaciones y no considerar el entorno donde fueron utilizados, ya que tal como lo expresó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH): “las bombas (gases) lacrimógenas no deben ser utilizados en espacios cerrados o frente a personas que no tienen una vía de desconcentración o evacuación”.
Además de ello, el ingreso intempestivo de las fuerzas policiales es una clara violación a la Autonomía Universitaria, el cual, según el Tribunal Constitucional, es el atributo de la autodeterminación en el desarrollo de las actividades y funciones derivadas de los fines institucionales; por lo que la intervención innecesaria y desproporcional de la policia es un claro atentado contra los fines que gobierna la universidad.
3.- Sobre la participación y reclamo de los representantes estudiantiles
El artículo 18 de la Constitución Política del Perú reconoce de manera expresa la educación universitaria y dentro de ella la participación de los diferentes representantes, de acuerdo a Ley. La Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, es el máximo órgano representativo de los estudiantes sanmarquinos y los encargados de fiscalizar a las autoridades, respecto a las diferentes decisiones que puedan afectar a la Comunidad Universitaria.
Desde el 2017, año en el que el actual rector Orestes Cachay asumió funciones, el diálogo con los estudiantes y representantes estudiantiles ha sido aislado; se han venido tomando decisiones arbitrarias y por encima de los estamentos estudiantiles y, todo ello, sin el consentimiento de la Comunidad Universitaria. Han existido diferentes enfrentamientos con las autoridades, quienes sin considerar lo dispuesto en los Reglamentos Universitarios y la misma Constitución, han tomado medidas que afectan a los estudiantes y el devenir de la Universidad Pública.
Por ello, la comunidad estudiantil ha reaccionado a través de la adopción de medidas de presión que les permitan ser escuchados y visibilicen su posición, en el ejercicio válido de sus derechos a la libertad de expresión y reunión materializados en el derecho a la protesta.
Sin embargo, los últimos acontecimientos suscitados son una muestra clara del abuso y maltrato contra la Universidad Pública. El uso desproporcionado de la fuerza por parte de la Policía Nacional del Perú no tiene como finalidad mantener el orden, sino reprimir de la peor manera el derecho a la protesta y organización de los estudiantes.
Desde el Círculo de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho y Ciencia Política, manifestamos nuestro apoyo y solidaridad a los estudiantes sanmarquinos que continuarán en pie de lucha por la defensa de nuestra casa de estudios. Asimismo, exigimos las debidas garantías de seguridad física ante su legítimo derecho de la protesta.
¡Viva la organización estudiantil! ¡Viva San Marcos!
Foto: Marcos Porras.