Conversamos con Edison Tito Peralta, abogado wanka que en su apuesta por reivindicar su identidad indígena no ha dudado en denunciar a todos aquellos personajes públicos que han osado destilar. A pesar de que las denuncias no han llegado a buen puerto, esto solo lo empuja a seguir visibilizando el racismo imperante en la sociedad peruana.

Te has dedicado estos últimos meses a denunciar penalmente a varios personajes que han emitido o realizado expresiones racistas. ¿Cómo van esos casos? ¿Han procedido?

Llevo denunciando desde el 2019 y no son muchos casos, ese año denuncié al alcalde del distrito de El Tambo en Huancayo, Carlo Curisinche, por decirles “cholitos” de una forma despectiva a los pobladores, empujando a uno de ellos inclusive. Esta denuncia se archivó. En 2020 denuncié a Martín Ruggiero (exministro de Trabajo) por presuntas frases racistas en un chat, las que pedí descartar, pero me parece que se ha archivado también. En cuanto al caso de Vania Torres (deportista), la denuncia fue ingresada, luego la derivaron a otra Fiscalía, pero está ahí, lenta, no avanza, aparentemente ha sido admitida la denuncia, pero no se está haciendo más por parte de la Fiscalía, y eso que algunas entidades se han pronunciado. Después viene la denuncia contra Martha Chávez, que es reciente, imagino que recién está en trámite su admisión, pero en realidad veo también un poco difícil que pueda haber una respuesta positiva de la Fiscalía que no suele atacar este tipo de situaciones delictivas.

¿Cómo te animaste a hacer las denuncias? ¿Qué es lo que te motivó?

Yo empiezo a hacer las denuncias cuando veo estas situaciones por mucha indignación, es una motivación netamente de indignación y, por otro lado, me considero un indígena wanka y siento una profunda identificación con las personas del Ande, por lo que me ofende personalmente cualquier agresión racista a mi grupo, creo que nuestra dignidad es muy alta y no puede ser manchada por este tipo de ofensas, yo no las paso por aguas tibias, más sin son autoridades o personajes públicos. Es una motivación personal por la gran estima que le tengo a mi identidad

Reivindicas tu origen wanka…

Sí, creo que es necesario hacerlo y sucedió a través de un esfuerzo de reflexión sobre mis raíces. El haber salido de mi tierra, el haber emigrado a los 17 años, me ha dado una reflexión sobre la identidad muy fuerte, pero también es una posición política reivindicar mi origen indígena en oposición a una visión colonial que hay en y sobre el Perú, y una represión histórica que ha habido contra los pueblos indígenas para conseguir su inexistencia. Pero, sobre todo, lo reivindico porque me parece que el discurso de que “todos somos mestizos” facilita aplastar más a los pueblos indígenas, reducirlos e invisibilizarlos, al punto de decir que no existen, como todos somos mestizos, no existen los pueblos indígenas, y eso no es así, sí existimos, los wankas tenemos raíces profundas que nos atan, en el idioma nomás, hay un quechua wanka, eso ya es fuerte, tenemos un propio idioma, tendría que reivindicar también más raíces, pero es una posición política en oposición al mundo colonial que aún impera en el Perú, esa es mi razón, sí personal, pero también política en oposición a esta represión histórica que hay en el Perú.

¿Cómo te ha afectado el racismo personalmente y cómo afecta de forma colectiva a la nación?

Personalmente, el racismo en ciertas etapas de mi vida sí me ha afectado, pero debería decir que es sobre todo en Lima cuando encuentro mayor racismo. Yo vengo de Huancayo, y hasta los 17 años sí se vivía racismo, te confieso, Huancayo es una sociedad racista, sobre todo las élites son muy racistas, inclusive al punto de que se cholean allá, es fuerte el racismo en provincia; pero en Lima, cuando vengo es un racismo mayor por la forma de hablar, por la apariencia, donde lo he vivido más ha sido en los trabajos, no tanto en la universidad, yo estudié en la PUCP, no viví racismo ahí, pero sí lo viví en espacios laborales, donde se daba una preferencia marcada a los blancos por el solo hecho de serlo, para acceder a determinadas oportunidades, eso era bastante evidente, es muy evidente hasta hoy en día, porque no primaba de por medio un tema técnico o de aptitudes profesionales, puedo dar cuenta de ese tipo de racismo y ha sido muy fuerte porque te limita de muchas oportunidades.

A la nación el racismo le afecta de una manera fuerte al nivel de acceso a oportunidades de salud, educativas, laborales, pero en realidad quienes más sufren de esto son aquellas comunidades andinas y amazónicas que quizás no conectan con el idioma o que la educación no les logra dar la oportunidad de competir con los que son blancos. Hay un racismo también en el país vinculado con el idioma, el Estado habla español y no se han hecho políticas por ampliar el idioma a las lenguas originarias, eso es una forma de racismo. Le hace daño al país en general porque no logra superar esa división entre indígenas y criollos, y es la élite limeña criolla la que impone finalmente una visión, que es la que prima y se puede ver reflejada en todo, ahí hay bastantes indicios de racismo.