Hace unos días los conservadores y afiliados a con mis hijos no te metas vienen haciendo escándalo por un link que aparece en un libro para tercero de secundaria (adolescentes de entre 13, 14 y 15 años) que lleva a un texto en donde se explican diversos temas referidos a la sexualidad. Este es el enlace para que puedan entrar con sus hijos e hijas y conversar sobre el tema (https://www.ecured.cu/Conducta_sexual), antes de que la pornografía les gane.

Porque a estas alturas, con la globalización de la información, el acceso a internet, el cable y las apps de películas, los niños, niñas y adolescentes peruanos tienen más información que la que imaginamos alguna vez tener los mayores de 30 años. Y esta información muchas veces no es la mejor. Lo primero que sale en internet cuando uno busca algo referido a sexo no son las páginas que brindan información adecuada sobre el tema, sino la pornografía, haga el ejercicio usted mismo, y esa suele ser la primera educación sexual que recibimos, debido a la falta de capacidades de los padres para hablar del tema, la poca confianza que tienen los hijos hacia los mayores, y la rapidez con la que se encuentran algunos temas en el ciberespacio, sin juicios de valor, prejuicios, estereotipos y miedos que los adultos cargan sobre sus espaldas.

Frente a ello, la escuela tiene una responsabilidad muy grande: hablar de sexo. Por una razón muy simple, el alumnado, los futuros ciudadanos que ejercerán todos sus derechos cuando tengan 18 años, necesitan esa educación con urgencia, porque se enfrentan al desconocimiento, a la desinformación y a la manipulación desde antes de cumplir la mayoría de edad. Mientras más informados estén los niños, niñas y adolescentes, menos gente podrá hacerles daño. Y eso es lo que queremos todos ¿no es cierto? Que nadie pueda lastimarlos. Negándoles información sobre el sexo, científica, laica y confiable, los empujamos a tener malas experiencias, a aprender sobre la base del dolor, a ser engañados y a sufrir las consecuencias de la falta de información. ¿Quién quiere un futuro así para sus hijos? Solamente los antiderechos, negándose constantemente a que el enfoque de género pueda ser aplicado, perjudicando la vida de millones de niños y niñas en el Perú, obstaculizándoles la posibilidad de un futuro mejor.

Permitamos que en los colegios se hable de sexo, y se hable bien y sin miedo, para que los alumnos puedan tomar decisiones responsables, para que confíen en nosotros cuando tengan problemas, para que sepan cuándo alguien está amenazando su integridad, para que puedan denunciar si sufren alguna violencia, pero sobre todo, para que su autoestima se fortalezca. Niños y niñas con autoestimas fuertes serán presas menos fáciles de la violencia de género. Hagámoslo por ellxs.

En estos momentos nuestra principal preocupación debería ser cómo se está capacitando a los maestros para hablar sobre estos temas, y no que se hable de sexualidad. Necesitamos un país que avance, no que se quede en el medioevo, no lo permitamos, las y los niños tienen la palabra, pero aún más, tienen el derecho. Úsenlo.