Poetas, artistas y activistas de DDHH unieron sus voces en jornada poética #QueLaVerdadSeSepa para exigir memoria histórica, verdad y justicia para víctimas de violencia sexual, durante el conflicto armado interno.

‘Que la verdad se sepa. Justicia para Manta’ es la sentida y emotiva jornada poética que se realizó ayer, en el marco de la conmemoración de los 18 años de la entrega del Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) que, contó con la participación de destacadas poetas, artistas y activistas de derechos humanos, quienes unieron sus voces para declamar poemas y canto para las mujeres víctimas de violencia sexual del caso Manta por verdad y justicia desde hace casi cuarenta años.

La acción simbólica organizada por el Estudio para la Defensa de los Derechos de la Mujer (DEMUS) y la colectiva Trenzar tuvo como escenario el espacio público del Jr. Quilca; así, los transeúntes de a pie pudieron reencontrarse con historias que forman parte de la memoria colectiva y que afrontaron un grupo de mujeres del distrito de Manta, en Huancavelica, entre 1984 y 1995, cuando fueron adolescentes y se les violentó sexualmente por miembros del Ejército peruano.

“El caso Manta se encuentra en juicio oral. Demandamos de los operadores de justicia imparcialidad y se escuche las exigencias de justicia de las mujeres víctimas, con su testimonio están contribuyendo a reescribir la historia de nuestro país, con su voz también construyen memoria. Desde DEMUS, corresponde acompañarlas y defender su derecho a la verdad y justicia para quienes les fueron vulnerados truncando sus proyectos de vida. A la ciudadanía le pedimos estar vigilantes en el desarrollo del proceso judicial. Persistimos en justicia para las mujeres víctimas de violaciones sexuales en el marco de graves violaciones a los derechos humanos. Estas historias de dolor nunca más deben repetirse”, hizo énfasis Cynthia Silva, abogada de DEMUS, en su intervención.

Para recargarse de energías y renovar compromisos en que seguirán uniendo sus voces de protestas contra todo tipo de injusticias, las poetas y activistas feministas Rocío Silva Santisteban, Victoria Guerrero, Gloria Alvitres, Rocío Fuentes, Micaela Távara y Sofía Carrillo, declamaron poemas reivindicando la lucha por justicia. El canto y la música andina en la fuerza de la artista Noelia Robles y la batucada tocada por los tambores críticos por la agrupación Yemayá.

De otro lado, con el propósito de dar a conocer cómo se suscitaron los hechos, las activistas de derechos humanos armaron paneles informativos que contenían extractos de los testimonios, fotografías e infografía del caso Manta. Asimismo, se presentó el cuaderno del caso Manta que viene recorriendo acción tras acción para que los y las ciudadanas muestren su apoyo a las víctimas, acompañándolas en la exigencia de un juicio con justicia para este caso histórico sucedido en el interior del país en ma década del 80.

Fotografías: Walter Hupiu

Caso Manta

Entre 1984 y 1995, durante el periodo de violencia que remeció a nuestro país, principalmente en las zonas andinas, militares de las Fuerzas Armadas, instalaron sus bases militares en el distrito de Manta, en Huancavelica. En esos años, militares ejercieron violencia sexual como una práctica reiterada y generalizada contras adolescentes y mujeres mantinas.

En el 2009, el Juzgado Penal Supranacional de Lima abrió investigación judicial por delitos contra la libertad sexual como crimen de lesa humanidad. En el 2009, el Ministerio Público formaliza denuncia penal contra los exmilitares por delito contra la libertad sexual como tortura y crimen de lesa humanidad. En el 2015, la Tercera Fiscalía Superior Penal formuló acusación contra 13 exmilitares por violación sexual como crimen de lesa humanidad contra 9 mujeres de Manta.

En julio del 2016 inició el primer juicio oral del caso Manta en la Sala Penal Nacional, en la que 9 mujeres denunciaron a 13 exmilitares por el delito de violación sexual, tipificado como un crimen de lesa humanidad. Lamentablemente, en el 2018, el juicio se quebró por violación al debido proceso en perjuicio de las víctimas, tras situaciones reiteradas de revictimizacion por parte de los operadores de justicia. En las que, a través del uso de estereotipos de género, la Sala incumplió su deber de imparcialidad, limitando el derecho a la prueba de contexto histórico, tal y como lo reconoce la Corte Suprema al conceder la recusación interpuesta por las y los abogados de las mujeres víctimas.

En marzo del 2019, se inició el segundo juicio oral con una nueva Sala que señaló incorporar el enfoque de género y respetar el derecho a la verdad, igualdad y no discriminación. A la fecha, ambas partes procesales presentaron diversas pruebas y se culminó con el interrogatorio de los exmilitares. Asimismo, la Sala dispuso que las audiencias sean públicas y transmitidas por las plataformas virtuales y el Canal del Poder Judicial, salvo cuando se trate de proteger a las víctimas y testigos/as. Es de justicia que hoy, todas y todas unamos nuestras voces en fuerza para contribuir a visibilizar las demandas de las víctimas, un caso de violación a los derechos humanos que amerita toda nuestra atención porque tras haber trascurrido más de tres décadas la sanción contra los responsables sigue siendo un tema pendiente.