Dos organizaciones feministas peruanas se han pronunciado en medio de esta emergencia nacional sanitaria para garantizar el derecho de todas las mujeres a vivir libres de violencia en esta crisis que se vive actualmente en el país.

Así, el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán señala:

Frente al Estado de #EmergenciaNacional Sanitaria, expresamos lo siguiente:

1. Las medidas dadas por el Gobierno orientadas a preservar la salud pública y limitar la expansión de la pandemia global deben implementarse en el marco del respeto irrestricto a los derechos humanos y con enfoque de género.

2. El escenario de aislamiento social incrementa el riesgo de violencia de género. Las mujeres, las niñas y la población LGBTI estará más expuesta a sufrir violencia física, sexual y psicológica. Se ha confirmado que para el 50% de mujeres son sus casas los espacios más inseguros.

3. Exhortamos al MIMP, MININTER y MINSA a redoblar esfuerzos articulados para garantizar que los canales de atención, denuncia y apoyo funcionen adecuadamente. Estaremos alertas y vigilantes al actuar de las autoridades.

4. Recomendamos que los bonos de 380 soles sean destinados a las mujeres, por ser – en su mayoría- quiénes administran la canasta básica familiar, muchas son jefas de hogar y aún en esta crisis aportan a la economía con el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado.

5. Expresamos nuestra preocupación por la población en trabajos informales, las/os migrantes venezolanos/as y la población LGBTIQ; esperamos que se den medidas de apoyo por el grave impacto que tiene esta crisis en la precarización de sus vidas.

6. Exhortamos a que se refuerce la SUNAFIL y se sancione a las empresas que irresponsablemente obligan a sus trabajadores/as a no acatar la medida de aislamiento social, atentando contra los derechos laborales. Expresamos especial preocupación por las trabajadoras del hogar.

7. Demandamos que durante la crisis, se reduzcan las tasas de interés de los bancos, como medida de apoyo para la inmensa población que se encuentra endeudada y afectada por el freno a sus actividades económicas.

8. Esperamos que esta sea una oportunidad para mejorar nuestro Sistema Nacional de Salud, preparando el mismo para atender con calidad y celeridad a la población en los diferentes escenarios de emergencia sanitaria. Saludamos las medidas frente a la propagación del COVID-19 y a la vez demandamos no olvidar la atención al dengue, la TBC y el VIH; enfermedades que afectan a miles de personas en nuestro país.

Hacemos un llamado a las feministas, mujeres, ciudadanas a desarrollar redes solidarias distritales y barriales que puedan autocuidarnos en esta crisis; así como a promover que las medidas de aislamiento se cumplan. #YoMeQuedoEnCasa

Finalmente, hacemos un llamado a todas las autoridades para que actúen responsablemente, protegiendo a la diversidad de mujeres, a la población LGBTIQ, a la población indígena y afrodescendientes frente a la violencia machista y racista. #EsTiempodeCuidarnos

En los mismos términos, la organización feminista Demus – Estudio para la Defensa de la Mujer, manifiesta que se garanticen los derechos humanos de niñxs, adolescentes, mujeres en su diversidad y personas LGTBIQ frente a la situación de emergencia que atraviesa el país:

En este contexto, las feministas estamos alertas frente al riesgo potencial de que se exacerbe las desigualdades interseccionales que afectan a niñxs, adolescentes, mujeres diversas y personas LGTBIQ. Las situaciones de discriminación y violencia de género no van a desaparecer, habitar la propia casa en estos momentos, significa un riesgo mayor, y el Estado debe de garantizar los servicios de atención efectiva. En estos casos podemos acudir a la Línea 100 y el Servicio de Atención Urgente (SAU). Ante casos de riesgo severo, el MIMP comunica que se actuará en coordinación con la PNP y los CEM’s. Por su parte, el Ministerio Público indica que las Fiscalías Especializadas en casos de Violencia a Mujeres y los Integrantes del Grupo Familiar, continúan atendiendo.

El Estado debe garantizar una distribución equitativa del apoyo económico entre todxs los grupos desfavorecidos, como las mujeres diversas y personas LGTBIQ que no cuentan con sustento económico para los 15 días de cuarentena. Asimismo, el MINSA debe facilitar a las personas con VIH el acceso a sus medicamentos con prontitud. Los Municipios deben de garantizar las condiciones seguras para la salud de las trabajadoras de limpieza pública. Con igual preocupación, se debe velar por lxs niñxs, mujeres y hombres de Cerro de Pasco con metales pesados en sus cuerpos quienes, se encuentran en Lima demandando una respuesta efectiva del Estado, hacemos un llamado al MINSA a no descuidar su salud.

En DEMUS estamos adoptando las medidas de seguridad establecidas, suspendiendo todas las actividades en nuestra oficina y en las regiones donde trabajamos. Nuestro equipo continúa colaborando en línea. Nuestras redes sociales seguirán activas y estarán al servicio de las colectivas, organizaciones feministas, barriales y LGTBI para difundir información.

Estamos articulando con psicólogas feministas en varias regiones a fin de cuidarnos y a nuestras familias diversas. Estaremos en contacto con las compañeras que lo requieran.

Por otro lado, los litigios que acompañamos como los casos de Esterilizaciones Forzadas, Manta y Vilca por violencia sexual en conflicto armado interno y el reconocimiento de dos madres lesbianas, se han visto retrasados por la suspensión de labores del Poder Judicial, Ministerio Público y Tribunal Constitucional. Exhortamos a estas instituciones, en cuanto se restablezca sus labores, a cumplir con celeridad los procesos y no afectar el derecho de acceso a justicia.

La cultura patriarcal y machista también ha afectado nuestro cuidado propio y colectivo. Tomemos la cuarentena como una oportunidad para promover diálogos familiares sobre las desigualdades de género y transformar las desigualdades de distribución del cuidado en nuestro hogar, repartir equitativamente las tareas de casa, así como el cuidado e higiene de niñxs y adultos mayores. Recordemos que las mujeres dedican 9 horas semanales más que los hombres a actividades de cuidado.

La calidad del tiempo compartido con nuestras familias diversas, no solo nos mantendrá seguros del COVID-19, sino también de seguir reproduciendo violencia y discriminación contra las mujeres diversas y personas LGTBIQ.