Jeny Lavado Santiago, abogada huanuqueña, postulaba a una plaza de asistente fiscal en el distrito de Pedregal de la ciudad de Arequipa. Para eso, tenía que responder las preguntas de la Comisión Evaluadora del concurso público de méritos 023-2021-MP-FN-GGOGPOHU-UNIDAD EJECUTORA 003 para cubrir plazas bajo el régimen del Decreto Legislativo 728 en la modalidad de nombramiento.

Para Lavado, la entrevista con la Comisión Evaluadora debería haber sido un trámite formal en donde se verificara que estaba capacitada para la plaza a la que estaba postulando, pero no, en lugar de eso, se encontró con el machismo más rancio encarnado en el doctor Santiago Irigoyen Díaz, presidente de la Junta de Fiscales Superiores de Arequipa, quien no se limitó a hacerle preguntas sobre sus conocimientos fiscales, sino que vulneró su intimidad con preguntas domésticas, fuera de lugar, que no le haría a ningún hombre que estuviera en la posición de la abogada.

Mientras esto ocurría, los demás miembros de la Comisión Evaluadora, el gerente administrativo de la Unidad Ejecutora 003 Arequipa, Rennier Moreno Arias; y la representante de Oficina General de Potencial Humano, Carla Acosta Navarro, guardaban silencio.

Pero qué fue lo que preguntó Irigoyen que causó tanta conmoción, pues se ha hablado mucho de los procesos de transversalización del enfoque de género en el sistema de justicia peruano, que a vistas de la performance del Fiscal Superior, ha tenido pobres resultados, sobre todos entre quienes ocupan tan altos puestos de poder y decisión. Pues preguntó sobre los hijos de la postulante, sobre quién los cuida, sobre el significado de trabajar en el lugar en donde estaba postulando, si tenía esposo y en dónde trabaja, y sobre dónde dejaría a su hija pequeña.

Además, opinó sobre la unidad familiar, que se estaría desarticulando, como si eso fuera un asunto que el Fiscal Superior tendría derecho a resolver, haciendo un juicio de valor totalmente irrespetuoso sobre las decisiones de vida de la abogada; nuevamente hizo mención a la elevada carga laboral de la Fiscalía a donde sería asignada, como queriendo indicar que la postulante no sería capaz de llevar adelante esa tarea; y mencionó el interés superior del niño, para cuestionar la decisión de la mujer de trabajar en Arequipa siendo de Huánuco, pero sobre todo para ubicarla en el lugar de madre en vez de profesional, de una madre que está perjudicando a sus hijas, pues no vela por su interés superior, empujándola al ámbito doméstico e intentando dejarla ahí.

Debido a este acto de discriminación, la Fiscalía Suprema de Control Interno del Ministerio Público abrió investigación a Irigoyen. La Fiscal de la Nación Zoraida Ávalos dispuso, mediante un oficio, que los presidentes de las juntas de fiscales, coordinadores nacionales y gerentes del Ministerio Público incorporen el enfoque de género y erradiquen estereotipos e ideas sexistas en los procesos de selección de personal.

La parlamentaria de Juntos por el Perú, Ruth Luque, solciitó al Ministerio Público y a la Junta Nacional de Justicia abrir proceso disciplinario y “garantizar que los procesos de selección se den en igualdad de condiciones para las mujeres”. 

Asimismo, la Defensoría del Pueblo rechazó que “se recurra a estereotipos asociados a responsabilizar exclusivamente a las mujeres con las labores de cuidado, lo cual impacta en su desarrollo profesional”.

Acá les dejamos el diálogo en donde se da el intercambio con prejuicios machistas del Fiscal Irigoyen

Fiscal: Le he escuchado que tiene dos hijos. ¿Mayores?

Postulante: Una mayor y una menor, pero la mayor está con estudios superiores, doctor.

Fiscal: ¿La menor cuántos años tiene?

Postulante: Un año y medio, doctor. Después de 18 años he tenido a mi segunda hijita.

Fiscal: Un año y medio. ¿Está viviendo en Huánuco?

Postulante: Sí, doctor.

Fiscal: ¿Sabe qué significa trabajar en Pedregal? ¿Conoce usted Pedregal? ¿Ha escuchado dónde queda?

Postulante: Doctor, siendo sincera no conozco Arequipa. Si me dan la oportunidad sería la primera vez que llegaría a la ciudad de Arequipa y conocer la localidad de Pedregal [ininteligible]. He estado averiguando que queda a una hora y media de Arequipa.

Fiscal: ¿Usted tiene esposo?

Postulante: Sí, doctor. Sí tengo esposo.

Fiscal: ¿Dónde trabaja?

Postulante: Él trabaja en el Poder Judicial de Huánuco, doctor.

Fiscal: Significaría que la Fiscalía, de venir usted aquí, estaría desarticulando la unidad familiar. ¿Es correcto?

Postulante: Sí, doctor. Pero quiero explicarle también que la familia no es un obstáculo para que uno como mujer y como profesional me pueda superar. No necesariamente en mi ciudad natal donde me encuentro con la familia me puedo quedar acá estancada, sino yo quiero seguir superándome, doctor. Y si el destino me dice irme por Arequipa yo me voy, doctor. Para mí no es impedimento.

Fiscal: ¿Cuánto tiempo estaría dispuesta a venir a Arequipa? ¿Por cuánto tiempo?

Postulante: El concurso es nombramiento, doctor. Para mi no es impedimento.

Fiscal: Una pregunta, ¿qué haría con su hijita? [ininteligible], ¿dónde deja a su hija de venir?

Postulante: ¿Doctor?

Fiscal: ¿Dónde la deja?

Postulante: Doctor, como ahorita no estoy trabajando, doctor, está conmigo al cuidado de mi persona. Pero ya sería cuestión de acomodarme, doctor, y contratar una persona para que me la cuide en la ciudad que voy a ir a trabajar

Fiscal: ¿Usted sabe que acá en Arequipa, la Fiscalía donde usted pretende entrar [hay] elevada la carga que le va a demandar mucho tiempo de compromiso con la institución?, ¿sabe usted eso?

Postulante: Doctor, en cualquier lugar todo es elevada carga. En la misma ciudad de Huánuco también. Como se dice, cuando hay un compromiso y una vocación de servicio uno asume, doctor, con voluntad y ese amor que uno tiene por servir a la institución. Ahora, la familia tampoco es impedimento o mi hijita para yo poder ejercer mi profesión y también atenderla a mi pequeña.

Fiscal: ¿Usted ha escuchado sobre el principio del interés superior del niño?

Postulante: Sí, doctor.

Fiscal: ¿Qué significa?

Postulante: Significa que no debemos descuidarnos en la atención del menor, su alimentación, vivienda, el afecto y el cuidado que uno tiene hacia el menor.

Fiscal: Usted lo ha dicho, usted lo ha dicho.

Postulante: Doctor, disculpe, como le digo, si fuera así la idea de que no podríamos trabajar las mujeres por el hecho de tener un hijo, doctor, qué sería de la situación de nosotras. Uno más bien con más gusto quiere superarse por los hijos y más bien no quedarme estancada, sino que quiero superarme por ellos y ser un ejemplo…