Segundo Apaza (32) asesinó a su expareja y madre de sus dos hijos, Marleny Estrada, y la enterró en su propia casa en San Juan de Lurigancho. Los hechos de violencia sucedieron en la madrugada del 15 de julio del 2020.

Los familiares de Marleny la dieron por desaparecida durante dos meses, hasta Apaza huyó con sus dos hijos a Bolivia. Es ahí cuando incidieron en que la policía revise en la casa, y debajo de unas losetas nuevas puestas en la sala, perros entrenados dieron con el cuerpo de la joven madre. Había sido estrangulada, descuartizada y enterrada en el lugar donde había convivido con el feminicida por ocho años.

Apaza, quien tenía una orden de captura internacional, fue detenido en octubre de ese año por la policía boliviana y extraditado junto a sus dos hijos. Estaba en prisión preventiva hasta que el Juzgado Penal Colegiado de Violencia contra la Mujer de San Juan de Lurigancho lo condenó por unanimidad a 33 años de cárcel.

Marleny Estrada tenía 28 años y era prestamista. Había denunciado a su expareja varias veces por violencia de género. Había decidido separarse, pero por la pandemia tuvo que volver a convivir con Apaza, quien continuó maltratándola hasta matarla.