¿Por qué “Un violador en tu camino”, el cántico feminista creado por Las Tesis, está recorriendo de esa forma el mundo que incluso mujeres en contextos completamente distintos lo replican? Hemos escuchado y visto el canto en América Latina, en Europa y en Asia, a mujeres mapuches, a mujeres sordomudas, a ancianas y a niñas. ¿Qué es lo que está pasando?

Intervención "Un violador en tu camino" en Cusco.
Foto: Adriana Peralta

Habría que retornar a la violación como un momento fundacional de nuestras vidas, de las vidas de las mujeres, y todo lo que ello conlleva. En los millones de testimonios de violaciones, estas suelen darse en la clandestinidad (así sea un secreto a voces dentro de la familia) y se puede vivir con ese daño sin articularlo por meses, años, décadas, incluso olvidándolo, incluso quedando impune hasta la muerte. Apenas ocurría, lo primero que te embargaba, en lugar de la rabia, era la culpa y la vergüenza, sentimientos que hacían imposible que se lo contáramos a nuestros padres, a familiares cercanos, a nuestras amigas o a las profesoras.

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El silencio se cernía sobre nuestras vidas, sobre la vida de millones de mujeres, sobre el 90% de todas nosotras. Y de pronto, gracias a una canción, pero sobre todo, gracias a un movimiento feminista fuerte que ha estado empujando cambios rotundos en la vida de todas nosotras desde hace más de tres décadas, cada año nutriéndose de nuevas generaciones con diferentes estrategias para visibilizar la violencia, las mujeres por fin pueden alzar la voz, extender el brazo, señalar con los dedos y gritar fuerte que ¡el violador eres tú!

Eso que estaba en secreto ya no lo es más. El silencio se ha roto.

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Como señala la activista feminista Victoria Solís:

“No sorprende que «Un violador en tu camino» haya nacido en Latinoamérica y sea replicada con pasión por miles de mujeres en el resto del mundo…

Los estados en el Sur global fueron gestados desde la violación a mujeres de los pueblos originarios y eso marcó simbólica y políticamente la historia de América Latina y su diversidad de mujeres.

El silencio y la clandestinidad de la violencia (no cosa pública) fue una forma de disciplinamiento, que hemos roto gritándolo en las calles, donde los discursos políticos de los hombres con poder siempre fueron normalizados, pero no así los discursos de las mujeres…

Y ahora las mujeres latinoamericanas estamos nombrando/cantando/denunciando el papel de las fuerzas del orden, los estados, la corrupción y las iglesias en ese proceso.

Y siendo la violación un hecho universal, estamos encontrando eco en las mujeres de todo el mundo”.

Foto de portada: Adriana Peralta.