La crisis de representación política, el debilitamiento de las democracias y el creciente autoritarismo representan serios desafíos para la democracia en Perú y Latinoamérica, y su relación con los derechos políticos de las mujeres con igualdad, paridad y libre de acoso. Temas que fueron abordados ayer en el Seminario Internacional “Democracia y Derechos Políticos de las Mujeres con Paridad y Libre de Acoso Político”, organizado por Flora Tristán y el Movimiento Manuela Ramos, con el apoyo de Cuso International, el Gobierno de Canadá, Diakonia, InteRed y Generalitat Valenciana.

Y así como se destacó la lucha por la participación con igualdad, por la paridad efectiva, libre de acoso político, por las reformas políticas necesarias que permitan una representación en igualdad de condiciones y sin acoso, se resaltó la defensa de la democracia, como condición necesaria para el ejercicio pleno de los derechos de las mujeres. En ese sentido se manifestaron Liz Meléndez, directora ejecutiva del CMP Flora Tristán; y Carmen Espinoza, directora del Movimiento Manuela Ramos.

“Hoy asoma el panorama autoritario que nos quiere arrebatar derechos, pero hoy también las feministas somos muchas más. Hoy necesitamos que se luche por algo más integral y vital: la democracia. Sin democracia no hay derechos. Eso lo sabemos quiénes vivimos durante el gobierno fujimorista y aprendimos que lo que no es bueno para la democracia, no es bueno para las mujeres” manifestó Espinoza.

“Es importante la paridad, pero lo central es la democracia”

A pesar de que América Latina es la región con mayor participación política de las mujeres en los espacios de decisión, “esto no siempre garantiza las mayores posiciones democráticas” señaló Line Bareiro, reconocida politóloga paraguaya. Añadió que “no basta con que haya paridad. Nicaragua es el país con la más alta representación de alcaldesas en los municipios. Es importante la paridad, pero lo central es la democracia” manifestó.

En otro momento, Bareiro destacó que, así como en Latinoamérica hay un alto nivel de representación de mujeres, hay también altos niveles de desigualdad social que es intolerable por lo que se debe de trabajar en políticas publicas de igualdad, en salud, educación, no solo para mujeres sino para toda la población. Asimismo, instó a abordar temas como la inseguridad ciudadana que preocupa a la población, y no dejar la solución al autoritarismo en nuestros países.

Por su parte Beatriz Llanos (Perú-España), doctora en Gobierno en Políticas Públicas, señaló que, si bien la paridad y alternancia son avances importantes en América Latina y en el Perú, las mujeres enfrentan múltiples discriminaciones y obstáculos. Indicó que en nuestro país existe una subrepresentación de las mujeres andinas, amazónicas y afrodescendientes en los cargos de elección popular. Al que se suma la carga de cuidados y la ausencia de sistemas públicos que faciliten esta corresponsabilidad, dedicándoles las mujeres 40 horas a la semana frente a las 16 horas que dedican los hombres al cuidado.

Para superar estos obstáculos, Llanos planteó un conjunto de estrategias multidimensionales orientadas en el tema de cuidados, de repartos de tareas, pero también frente a las brechas de desigualdad y déficit de representación, con reservas de escaños para las mujeres en su diversidad, el avance hacia la paridad transversal, la paridad también en las instituciones, direcciones del Ejecutivo, y también en los partidos políticos, entre otras medidas.

Este seminario internacional se realizó como parte de la Campaña Somos la Mitad, Queremos Paridad, Sin Acoso (CSMQP), y contó también con la participación de la congresista Ruth Luque; la doctora Delia Espinoza, integrante del Pleno del Jurado Nacional de Elecciones; Juliana Restrepo (Colombia), experta en género y política; María Isabel Remy, investigadora del Instituto de Estudios Peruanos IEP; la ex congresista Indira Huilca; Lía Zevallos, secretaria general de Ashanti; Lisbeth Guillén, vocera de Manuela Ramos y la CSMQP; y Ghaela Cari, activista trans indígena feminista.