Kelly Cancino Novoa tenía 22 años y cuatro meses de embarazo cuando “desapareció” el 4 de noviembre de 2011 en Pacasmayo, Trujillo.

Su madre, Doris Novoa, denunció su desaparición rápidamente. Cuando policías del Depincri (Departamento de Investigación Criminal) llegaron al cuarto que Kelly alquilaba, encontraron rastros de sangre y el celular de la joven, además de todas sus cosas intactas, y ropa remojando en el lavadero.

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La policía le dijo a la madre que “seguro se ha ido porque es una chica mayor de edad”. El principal sospechoso era su pareja Diego Alonso Arana Castañeda. Cuando la policía lo interrogó, el sujeto presentaba rastros de moretones en la cara. Él dijo que había tenido una fuerte discusión con Kelly, y que ella se había ido en un taxi. Desde ahí no se supo más de ella.

Doris señala que Aranda no quería reconocer su paternidad y buscaba que ella aborte. Kelly no quiso. La familia de Aranda también hostigaba e insultaba a la joven.

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El caso pasó por cuatro fiscales, cada cual peor que el otro. Diego Alonso Ferrer Calderón,  Jorge Alberto Bazán Gálvez, Alexander Chávez Horna, hicieron muy poco por investigar la desaparición de Kelly. La última fiscal, Elia Vilca Julca, decidió archivar el caso en vista de que no había un cuerpo librando a Diego Alonso Arana Castañeda de cualquier inculpación.

La familia abrió una página de Facebook llamada Busquemos a Kelly Cancino Novoa, en donde ofrecen una recompensa a quien dé pistas de lo que sucedió con la joven.