Como ya es costumbre en la ultraderecha, uno de sus representantes no tuvo reparos en difundir mentiras sobre una ONG, pero no cualquier ultraderechista, sino el mismísimo alcalde de Lima, y no a cualquier organización, sino a la más antigua de defensa de derechos de las mujeres, el Movimiento Manuela Ramos.

En su habitual estilo boomer, en donde mezcla mayúsculas y minúsculas, el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, señaló que el Movimiento Manuela Ramos recibió más de un millón de dólares de USAID, el brazo geopolítico de EEUU, que, ahora que ha cerrado, le abre la puerta a China y Rusia para ingresar a nuestros países.

En lugar de preocuparse por la creciente inseguridad de Lima Metropolitana, o la suciedad que abunda en sus calles, el alcalde se dedica a postear mentiras en sus redes. Frente a ello, la organización feminista lanzó dos comunicados, en uno de ellos señalan lo siguiente:

«Ante el reciente ataque orquestado por algunas personas y medios de comunicación, queremos expresar nuestro rechazo a la información difundida y distorsionada sobre nuestra organización. Tenemos la certeza de que estas acciones responden a una campaña en contra de la sociedad civil organizada y el derecho a la participación, libertad de expresión y nuestra lucha permanente por los derechos de las mujeres, personas LGBTIQ y la igualdad de género en el país. Seguiremos trabajando juntas y sin miedo».

En el siguiente manifiestan que han decidido denunciar judicialmente al alcalde de Lima por las difamaciones que va diciendo, y tambiién compartiendo de trolls en su red social X.

En un artículo publicado en La República, el Movimiento Manuela Ramos señala cuáles son las razones de esta persecución en su contra:

«Las ONG, en particular las que defendemos derechos de poblaciones excluidas, vulnerables o marginalizadas, somos incómodas para quienes quieren imponer un modelo que legitime la desigualdad. Nuestra labor es poner en evidencia la ausencia del Estado en sectores fundamentales para el desarrollo pleno de las personas. Ponemos luz en aspectos que buscan invisibilizarse, como las grandes desigualdades de género, sociales o culturales… Atacan a las ONG porque promovemos ciudadanía, apoyamos la organización social, facilitamos la apropiación de derechos y la participación crítica sobre los asuntos públicos, y porque exigimos rendición de cuentas y sanciones para quienes vulneran derechos».