La Liga para la Libertad del Parto organizó su Tercera Mesa de Trabajo para tratar  los derechos reproductivos de las mujeres durante el parto y el nacimiento. El acto se llevó a cabo en el Salón del Registro Civil de Lima en Jesús María y contó con la presencia de personal de salud como médicos, médicas y obstetras. Además de comunicadoras, abogadas, doulas y madres comprometidas con solucionar esta problemática.

Cabe resaltar el trabajo y compromiso del excongresista Jaime Delgado (quien fuera el primero en proponer una ley del parto humanizado encarpetado en el Congreso) y otras organizaciones como Chirapaq y Salud Sin Límites, además de Madres en Acción y Crianza & Instinto.

Todas estas organizaciones de la sociedad civil se reunieron a fin de articular esfuerzos para lidiar con la violencia obstétrica y fomentar el escenario propicio para su legislación, ya que este tipo de violencia califica también como otra forma de violencia de género que está institucionalizada y que atenta en contra de los procesos reproductivos de las mujeres y se evidencia, muchas veces, en un trato deshumanizador, utilizando procedimientos desaconsejados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y patologizando un acto tan natural como es el nacimiento.

Este tipo de violencia hace que parir sea considerado como un acto médico o clínico, dando paso a intervenciones quirúrgicas innecesarias como las denominadas “cesáreas innecesarias” que son, sin dudarlo, un atentado contra la salud y la vida de las parturientas. Lo mismo cuando el personal de salud no escucha a las mujeres, las presiona, les da órdenes, no les da explicaciones, las ridiculiza, les grita, les realiza procedimientos contraindicados según la OMS, aunque protocolizados y rutinarios por clínicas y hospitales, lo que a la larga son el pretexto perfecto para seguir cometiendo estos actos de violencia.

Por lo mencionado y otras situaciones, nos convocamos para debatir ideas que nos ayuden a crear mejores condiciones para las mujeres y el recién nacido. Esto lo trabajamos en torno a cuatro tópicos: la lactancia materna y el respeto por la primera hora de vida del bebé; cómo disminuir la alta tasa de cesáreas innecesarias en el Perú; la inclusión de las parteras al sistema de salud y, por último, el Observatorio de Violencia Obstétrica.

Sobre este último ítem, si bien el Plan Nacional de Acción contra la Violencia basada en género (2016-2021) de Perú consigna a la violencia obstétrica como una modalidad de violencia de género, y por ello esta aparece en el Observatorio de Violencia de Género del Ministerio de la Mujer, es notable que hasta la fecha no exista legislación y menos sanción u acciones al respecto que busquen erradicarla. Asimismo, la mesa planteó la necesidad que ese Ministerio considere la creación de una plataforma virtual de denuncia sobre violencia obstétrica para obtener estadísticas reales que permitan la creación de políticas públicas más concretas que disminuyan este flagelo que solo afecta, potencialmente al menos, a la mitad de la población.

En este escenario, nuestro primer compromiso ha sido poder exigir una plataforma de denuncias que permita evidenciar estos hechos de violencia y así fomentar una legislación en este tema.