Por: Laes Luchadoraes

ACLARACIÓN: Esta nota NO pretende anular a las mujeres involucradas en la acción organizada por una marca de bikinis. Todas las fotos y videos consignados han sido extraídos de cuentas públicas. Se agradece el aporte, la investigación y la crítica de mujeres que cuestionan la mercantilización y apropiación de la lucha feminista.

El sábado último se realizó en Lima y en algunas ciudades del Perú la movilización “Trabajadoras sí: ¡Explotadas y violentadas NO!” organizada por más de 200 organizaciones de mujeres, sindicatos de trabajadoras, instituciones y colectivas feministas así como activistas independientes.

La Jornada #8M, en el marco del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, fue convocada por y para las mujeres trabajadoras en nuestra diversidad, de la economía formal e informal, así como campesinas, afrodescendientes, indígenas, migrantes, racializadas, con discapacidad, neurodivergentes, lesbianas, trans, bisexuales y no binarias, que sostenemos con nuestro trabajo la vida frente a un sistema de explotación, precarización y criminalización de la protesta social, para rebelarnos contra todas las violencias.  

En el marco de la misma fecha, el lunes 9 de marzo se realizó la simulación de una manifestación feminista auspiciada por la marca de bikinis Nuna Swimwear. Conocidas influencers acompañadas de sus amistades participaron con carteles hechos en serie y arengas similares a las usadas el sábado último solo que con “más glamour y menos sudor”.

Todas sin excepción compartieron en sus redes sociales etiquetando a la marca, resaltando la “Increíble iniciativa de NunaSwimwear”. Coincidimos definitivamente en lo increíble, pues nos resulta disparatado que habiendo tantas formas de involucrarse en la lucha contra la violencia, se decida desfilar variados modelos de bikinis de precios completamente inaccesibles para la gran mayoría de mujeres. 

La crítica no se hizo esperar en redes sociales: 

Pero como la información se encuentra accesible en internet, una usuaria de twitter decidió investigar más sobre la marca (gracias por el tiempo, compañera).

Es decir, una ONG conservadora, antiderechos y homofóbica es el nexo entre la marca y artesanas que seguramente reciben una baja remuneración por los exclusivos y carísimos diseños que realizan para que las influencers modelen instrumentalizando la lucha feminista. 

El sarcasmo tampoco se hizo esperar:

https://twitter.com/RacismoB/status/1237224681465417728

La marca decidió responder aduciendo racismo inverso, falta de sororidad y señalando que las artesanas que manufacturan sus productos son “CASI FAMILIA”. Casi.

Ante las críticas, María Paz Gonzales Vigil decidió pronunciarse, aquí el video que condensa -entre otras cosas- su respuesta pues “tomaron las calles porque están cansadas de que las acosen, violen y maten” y “no solamente por las mujeres, también por los hombres”. Acto seguido habló de un vestido, del alimento perfecto “post workout”, se hizo una manicure y luego tuvo una sesión en el gimnasio.

Pero ¿será que las estamos discriminando? Las críticas hacia varias de ellas abordó el racismo y clasismo:

Sobre este tuit, aquí el video donde se escucha: “No para [de taladrar], seguro debe ser marginal” @lamujeralborde 

Existen varios ejemplos sobre la instrumentalización de la lucha contra la violencia machista, la desigualdad y el empoderamiento femenino a costa de otras mujeres. Y el hecho que sea denunciado y se invite a la autocrítica no es maltrato ni ausencia de sororidad: es expresarse contra la injusticia y la capitalización de lo que para muchaes de nosotraes es una gran prioridad en nuestras vidas.

Ante ello, la colectiva Bloque Universitario Feminista se pronunció en sus redes: “Es importante no quedarnos en posturas sobre que todas somos iguales, cuando las realidades son diversas y el empoderamiento no solo se trata de hacer lo que queramos. Querer lucrar con una lucha para alcanzar más ventas, es tan solo puro oportunismo que solo sigue las mismas líneas del capitalismo, invisibilizando todo aquello que no le conviene. Es necesario que podamos hacer la autocrítica y ver más allá del género, es también desde la raza, la clase, la sexualidad, etc.”.

La cuenta de Paro Colectiva realizó un post invitando a las influencers a sumarse a las diversas actividades que levanta el movimiento feminista durante todo el año y no solo el 8 de marzo. Además, las convocó para el plantón que se realizará este sábado a las 3:30 p.m. en Palacio de Justicia en demanda de justicia para Sheyla Torres, víctima de feminicidio. Lee el post aquí: https://www.instagram.com/p/B9kivp8B9ei/

Queremos cerrar esta recopilación de opiniones con el ánimo de invitarlas a realizar una autocrítica. La lucha contra la violencia nos necesita juntaes, conscientes, construyendo en horizontalidad, no desde el privilegio y no para posicionar marcas. En esta lucha contra el patriarcado, el machismo, el capitalismo, la explotación, la discriminación y todas las formas de opresión, nos necesitamos organizadaes.

¿Se sumarán más allá del registro en Instagram? ¿Investigarán más allá de las frases feministas bajadas de Google y los documentales en Netflix? ¿Las veremos en plantones, marchas, manifestaciones? ¿Denunciarán a los agresores de sus amigas, de sus conocidas, de sus compañeras de trabajo, de las mujeres que trabajan para ellas? ¿Denunciarán a sus novios o exparejas o familiares agresores? ¿Gritarán con nosotraes?