La joven turista española Nathaly Salazar desapareció el 2 de enero cerca del Cusco camino al Valle Sagrado de los Incas cuando hacía uso de un servicio de canopy de la empresa Cuzco Perú Zip Line, que aún no tenía permiso para funcionar. Los dos detenidos por este caso, un trabajador de la empresa y un taxista, han cambiado dos veces de versión hasta el momento, primero señalaron que ella se había golpeado con un poste del teleférico y eso causó su muerte, luego manifestaron que cayó junto a uno de ellos, y el golpe de la caída la mató y a su acompañante (el taxista) le dejó heridas leves, y luego por el susto, tiraron su cadáver al río.

Afiche de búsqueda de Nathaly

Uno de los dueños de la empresa, Raúl Romaní, señaló que solo Luzgardo Pillco (21) tiene vinculación con la empresa, y que el otro sospechoso, Jainor Huillca (19), es un taxista al que desconoce. En declaraciones para El Mundo, Romaní sostuvo que “El taxista la captó y la llevó directamente al punto del Zip Line [así se llama esta modalidad de deporte]. Ya está probado que no nos han comunicado en ningún momento la asistencia de esta persona, por lo que se presumen que ellos la habían atendido para su beneficio y que esto podría haber sucedido antes. Vamos a investigar y a pedirles responsabilidades”.

Detenidos los dos jóvenes que manifiestan haber arrojado el cadáver de Nathaly al río

La familia no cree que la muerte de Nathaly haya sido accidental, sino que estos dos hombres la violaran, la mataron y la enterraron por algún lugar de la montaña, por lo que ya han realizado dos búsquedas para encontrar el cadáver de su ser querido. Cada búsqueda requiere un gasto de personal y económico alto por lo que continuamente piden apoyo y que las autoridades no pierdan el interés en buscarla. Temen que si no encuentran el cadáver los detenidos puedan salir de prisión impunemente. La última búsqueda contó con 150 personas entre miembros de la policía, el ejército, equipos de rescate, Cruz Roja Cusco, guías y voluntarios.

La versión de los presuntos asesinos, detenidos el 13 de enero gracias a los videos de unos turistas que estuvieron con Nathaly en el mismo servicio de canopy, se hace aún más sospechosa si se tiene en cuenta que la turista tenía amplia experiencia en su uso y era monitora en Valencia, su ciudad de residencia, de este deporte, pues tenía estudios de Educación Física. Asimismo, el peso de ella y del taxista al momento de tirarse sobrepasaba el peso permitido (110 kilos), algo que una monitora hubiera tenido en cuenta antes de lanzarse. Lo que se suma a las declaraciones del dueño de la empresa de que Nathaly nunca se registró para pedir el servicio, señala que el contacto fue informal. Asimismo, los detenidos tomaron los efectos personales de la víctima, entre ellos su celular y la tuvieron unas horas oculta en su coche antes de arrojarla al río.

Aviso en empresa de Zip Line (Foto El Mundo)

La hermana de Nathaly, Tamara Salazar, sigue en Cusco encabezando las acciones de búsqueda, el día de hoy la joven publicó en su facebook personal un llamado a seguir apoyándolos:

“Ayer se realizó la segunda búsqueda para hallar el cuerpo de Nathaly Sara Salazar Ayala, pero no se obtuvo ningún resultado.

Desde el día de su desaparición las pocas pistas que hemos obtenido, y tras la realización de dos reconstrucciones de los hechos, podemos asegurar que la muerte Nathaly no se debió a un accidente, sino que realmente la mataron, y la hipótesis que se baraja es la violación y el robo.

Tras 42 días desde su desaparición, el tiempo comienza a jugar en nuestra contra, y poco a poco hemos ido perdiendo el respaldo de las instituciones peruanas para poder seguir buscando a Nathaly. Por ello pedimos una mayor implicación de las instituciones peruanas en la búsqueda de mi hermana, no solo con efectivos de búsqueda de los diferentes organismos peruanos, sino también con medios económicos para poder hacer frente al traslado y comida de todos los voluntarios que nos ayudan día a día, y sobre todo respaldar a organizaciones sin ánimo de lucro que nos están brindando su respaldo, como es la Cruz Roja de Cusco.

Además, pedimos que vuelvan a declarar estos dos hombres y se les exija decir la verdad de dónde está el cuerpo de mi hermana, ya que existen muchas contradicciones en sus declaraciones, y la muerte por accidente ha sido descartada. No queremos que el caso de Nathaly se quede en el olvide y nunca podamos esclarecer los hechos, ni hacer justicia en su nombre, porque como decía Voltaire “…a los muertos se les debe la verdad”, y solo nos queda eso, conocer la verdad y hacer justicia en su nombre.

Quiero resaltar que no solo estamos luchando por Nathaly Salazar Ayala, también luchamos por todos aquellos desaparecidos que salieron un día en los medios de comunicación o incluso que nunca llegaron a salir, para después pasar a ser una noticia más o incluso ni eso, pasándose a sumarse a la gran lista de desparecidos o a ser uno más de los casos de muerte por agresión sexual del Perú. Lucho porque los peruanos alcen su voz y exijan a las autoridades peruanas una mayor seguridad para ellos y para todos los turistas, lucho porque en los medios de comunicación peruanos las desapariciones y agresiones sexuales no sean una notica más del día a día, que casos como el de Nathaly o de la niña Jimena, entre muchos otros, no vuelvan a suceder.

Luchamos porque cambie Perú, y que las muertes de todas estas personas, entre ellas la de mi hermana, no sean en vano, y sirvan para cambiar una sociedad en la que las desapariciones y las agresiones sexuales están a la orden del día.

#JusticiaParaNathaly #PorunPerúSeguroParaTodos”

Tamara Salazar (Foto EFE)