“Si las disposiciones actuales de la sociedad no permiten el libre desarrollo de las mujeres, entonces la sociedad debe ser renovada” (Elizabeth Blackwell)

El 11 de febrero es el Día de la Médica, aunque aún sigan diciendo que se trata del “Día de la Mujer Médico”, con lo cual denotan el hecho contundente de pensar que son los hombres, dentro de su benevolencia, los que nos han permitido entrar en su mundo para trabajar bajo sus reglas. Fue un 11 de febrero de 1849 que Elizabeth Blackwell logra el título de Doctora en Medicina, después de haber sido rechazada en 12 Estados, convirtiéndose así, en la primera mujer en obtener este título, logrando ejercer legalmente la profesión que se les había arrebatado a las mujeres.

Elizabeth Blackwell

Elizabeth era feminista y formaba parte del movimiento abolicionista, y emprende este proyecto de la salud luego de la muerte de una mujer muy querida para ella, momentos en los que es testigo de la falta de sensibilidad de los médicos con los problemas de salud de las mujeres y la subordinación que vivían las que cumplían el rol de cuidadoras. Debido a sus recursos económicos, le fue posible estudiar y vencer muchas barreras, aunque siempre tuvo que lidiar con los hombres que no le permitieron el libre ejercicio de su profesión.

Desde su condición de médica emprende muchas luchas, además de crear el precedente para que otras mujeres puedan acceder el al ejercicio de la Medicina, se une a Nightingale y forman la Escuela de Enfermería, creando un espacio académico de formación para otras mujeres. Posteriormente funda una clínica para mujeres y niños indigentes en Nueva York y luego la Facultad de Medicina para mujeres.

Durante su ejercicio se dedica al cuidado de la salud de la mujer, ejerciendo como ginecóloga; introduce, además, conceptos y normas de higiene para prevenir enfermedades y deja una larga lista de publicaciones, dentro de las que destacan Medicina como una profesión para mujeres y Religión y Salud.

Es importante que en este día se hagan reflexiones más profundas y no tengamos solamente mensajes como el del  Consejo Regional I del Colegio Médico del Perú, en donde nos “reconocen la inteligencia y fortaleza”, como si ambas no fueran condiciones innatas en cualquier mujer, mientras que ninguna instancia trabaja por mejorar la inequidad y violencia que sufrimos dentro del ejercicio de nuestra profesión.

Vivimos tiempos de cambios y estos deben ser también para la inclusión de un enfoque de género dentro del sistema de salud, tanto para la atención de calidad de las pacientes como para el ejercicio libre de discriminación y misoginia hacia quienes ejercemos la función de servidoras de salud. Es importante que la celebración de nuestro día, el Día de la Médica, sea un momento de análisis para replantear conductas que relegan a la mujer a un segundo plano, convirtiendo el hermoso arte de curar en una lucha constante por demostrar nuestra capacidad en equidad con la de los hombres.

Feliz día de la MédicA, porque la historia de la medicina también se escribe con “A”, también se escribe con letra de mujer.