Es la primera vez en la historia republicana del Perú que un gabinete ministerial tiene más mujeres que hombres en su composición. ¿Qué está pasando? ¿Las mujeres están empezando a demostrar que tienen las mismas y a veces mayores capacidades que los hombres? No necesariamente, porque ya lo habían “demostrado” desde hace décadas, lo que sucede es que la participación política de las mujeres, a fuerza de señalarse continuamente en todos los ámbitos en donde era necesario, cobra fuerza y se convierte en un sentido común.

Sabemos que si el movimiento feminista no asumía la paridad como una demanda continua y terca, un gabinete paritario nos hubiera demorado más, aunque el Perú se caracteriza por asumir las reivindicaciones feministas (y también lgtbi) con un poco de retraso, sin ninguna duda, estas se están posicionando en la sociedad peruana, con avances y retrocesos muchas veces, pero configurando un cambio cultural importante en el imaginario colectivo peruano.

Con la asunción de María Jara como nueva ministra de Transporte, la balanza se ha inclinado a favor de la participación política femenina.
Gloria Montenegro en el Ministerio de la Mujer, Ulla Holmquist en Cultura, Flor Pablo Medina en Educación, Paola Bustamante en Desarrollo e Inclusión Social, Lucía Ruiz Ostoic del Ambiente, Fabiola Muñoz en Agricultura, Rocío Barrios en Producción, Sylvia Cáceres en Trabajo y Zulema Tomás en Salud, completan el equipo femenino en puestos de alta dirección que visibilizan los aportes políticos de las mujeres en las decisiones trascendentales del país.

Que los futuros gobiernos tomen en cuenta esta necesidad, las niñas necesitan verse reflejadas en todas las carreras, en todas las profesiones y en todos los puestos de autoridad para poder soñar lo que parece imposible y transformar el mundo a su paso.