Escribe: Rocío Fuentes
Soy la muchacha mala de la historia*
la que quiere abortar
y se muere de miedo.
Soy la mujer
violada cotidianamente
por alguien que debe cuidarla
a la que le quitaron su derecho a decidir
hasta convertirla en una piedra
en un saco de carne.
Soy la niña que gritó mil veces NO
con infinitos gestos de dolor
y gemidos de terror.
Soy la muchacha mala de esta historia
de este Perú que se desangra
cada día por no atender nuestra salud
por no respetar nuestros derechos.
Soy la chica que tuvo sexo sin protección
porque ni en el colegio ni en su casa le enseñaron
a cuidarse por culpa de un rosario.
Soy una de las mil mujeres
que HOY se fue a hacer un ABORTO CLANDESTINO
y murió.
Soy la sospechosa cuyo cuerpo falló
y tuvo un aborto incompleto
a quien ignoras en el pasillo de un hospital
y en lugar de salvarla denuncian a la policía.
Soy la vida que no importa
pero eso ¡se acabó!
hoy somos las que no callamos
las que nos levantamos y exigimos DECIDIR VIVIR EN LIBERTAD
Somos las que venimos a decir
¡Las mujeres que abortamos no somos criminales!
*Poema basado en “Soy la muchacha mala de la historia” de María Emilia Cornejo.
Hoy es un día más de lucha por el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, sobre nuestros proyectos de vida. En un país que tiene una de las tasas más altas de niñas-madres, la despenalización del aborto es un debate urgente, un debate que está en la congeladora del Kongreso porque a los políticos korruptos no les interesa esa agenda, pues va en contra de su demagoga postura antiderechos.
Comparto esta hermosa y potente intervención de 2015 donde las compañeras pusieron sus cuerpxs y corazones ante la hipocresía que vemos cada día en los carteles que abundan en nuestras calles para ofrecer la práctica de un aborto clandestino, bajo la fachada de #AtraZoMenstrual. Porque la única verdad es que las mujeres abortamos aún con leyes prohibitivas. La diferencia es económica. Las que pueden acceder a una buena clínica lo harán, o incluso viajarán a países donde sí es legal, seguro y gratuito, en cambio las que no tienen recursos pondrán sus vidas en las manos de carniceros que poco o nada les importa sus vidas.
Nuestras vidas y decisiones están más allá de dogmas y como bien se dice “si no estás en contra del aborto, la solución es simple, no abortes”, pero no jodas, no juzgues, no niegues el derecho a decidir de lxs otrxs.
Hoy más que nunca reclamo nuestro derecho a decidir, a vivir en libertad, a sanar nuestros corazones por las culpas de una moral que no ama a las mujeres.