• Demanda a instancias de justicia, prevalezca el derecho, se respete integridad física y se garantice la vida de dirigentes.

A la denuncia de colectivos de comuneros por la aparición de una nueva Junta Directiva de la Comunidad San Juan Bautista de Catacaos (Piura), en una elección que las y los comuneros desconocen cuándo se llevó a cabo, se suma la indignación por el atropello e injuria del entorno cercano a la autodenominada “nueva directiva” contra Maribel Inga Ramos, defensora de derechos humanos y miembro del Colectivo de los Bosques Secos. Ella fue detenida arbitrariamente por efectivos policiales, quienes argumentaban haberla intervenido en flagrancia -hecho falso- y la condujeron a una dependencia policial, donde permaneció por más de siete horas en un calabozo, privándola del ejercicio de sus derechos fundamentales. 

La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) rechaza el acto de amedrentamiento del que viene siendo víctima la activista por los derechos humanos. De acuerdo con su testimonio, las represalias serían como consecuencia de que, el domingo último, realizaba el registro audiovisual con su equipo celular, grabando incidencias de la asamblea que las y los comuneros realizaban con la finalidad de recuperar el local comunal, tomado por un grupo que se autodenomina “dirigentes” y de personas desconocidas contratadas para su resguardo.

A este grupo  de personas que tomó con violencia el local comunal el domingo 19 de marzo, los comuneros fueron a denunciarlos en la comisaría de Catacaos, por el delito de usurpación agravada. Pese a ello, los efectivos policiales se negaron a recibir la denuncia. Siendo una situación de emergencia, las y los comuneros convocaron una asamblea para el domingo 26 de marzo, permitiéndoles el ingreso al local comunal, que se encontraba cerrado y resguardado por personas ajenas a la comunidad. 

Los efectivos de la Policía Nacional lograron identificar y detener a cuatro desconocidos que estaban con los dirigentes de la autodenominada “nueva directiva”. Al mismo tiempo, se detuvo a la defensora Maribel Inga, con acusaciones falsas de un delito que no cometió. A todos los trasladaron a la comisaría, dando un trato diferenciado a la activista por los derechos humanos quien fue retenida y privada de su libertad por varias horas, mientras que los desconocidos, a pesar de que les requisaron armas punzocortantes fueron puestos en libertad, después de rendir sus declaraciones. 

La CNDDHH alerta del grave peligro al que están expuestos las y los comuneros de Catacaos por la defensa del medio ambiente y los recursos naturales. Asimismo, demanda a las instancias de justicia, a que se atienda de manera oportuna y con imparcialidad, las denuncias de los comuneros y se actúe de acuerdo a ley, a fin de que prevalezca el derecho, se respete la integridad física y se garantice la vida de las y los comuneros puesto que existe el precedente de tres asesinatos y amenazas de muerte por defender sus tierras.