Tras decretada la emergencia nacional para prevenir la expansión del Covid-19, el Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampís (GTANW) y sus autoridades establecieron un Plan de Emergencia orientado a contribuir a la puesta en marcha de la emergencia nacional. Entre las estrategias y acciones establecidas figuran la constitución de una comisión especial para la coordinación con autoridades gubernamentales sobre las medidas de emergencia, y la organización para el fortalecimiento de la vigilancia territorial en las zonas de frontera.

En este sentido, el GTANW inició el diálogo con las autoridades gubernamentales para impulsar la conformación de una comisión multisectorial con la Municipalidad del Río Santiago, el ejército y otras entidades estatales (autoridades de los gobiernos locales, PNP, Centros de Salud y agentes del Ejército), con el objetivo de elaborar un plan de contingencia local intercultural que permita hacer frente a la pandemia.

Uno de los primeros acuerdos de la Comisión Multisectorial fue asegurar el retorno de las personas, en especial de estudiantes, varadas en distintas ciudades del país. Sin embargo, en vista de la propagación acelerada del Covid-19, del posterior bloqueo de las vías de transporte por orden del Municipio de Condorcanqui, y por determinación de las comunidades awajún que se encuentran camino a Santa María de Nieva, las autoridades distritales y del GTANW decidieron no impulsar este retorno inmediato y, por el contrario, solicitar a las entidades estatales y gubernamentales alojamiento y alimentación para dichas personas hasta pasada la cuarentena.

Por ello, las autoridades del GTANW, con el apoyo de instituciones aliadas, gestionaron la provisión de canastas de alimentos a un grupo de familias y estudiantes wampís varados en Lima; así como se hizo entrega al Ministerio de Salud un padrón de las y los wampís varados en otras ciudades del país que requieren apoyo y desean retornar a sus regiones. Por su parte, los municipios en Nieva (Condorcanqui) y en Puerto Galilea (distrito del Río Santiago) han establecido albergues para que, de llegar en algún momento dichas personas a territorio indígena, puedan cumplir cuarentena estricta hasta constatar que no constituyen ningún peligro sanitario para la población.

Cabe señalar que el GTANW, desde la conformación de la Comisión, mantiene coordinaciones con el Ejército para continuar con las medidas de vigilancia territorial, tanto para evitar la degradación del ambiente por actividades ilícitas de minería y tala de árboles, como para fortalecer la vigilancia en la frontera con Ecuador, desde donde comerciantes solían trasladar petróleo y otros insumos hacia territorio peruano. Para ello, el GTANW viene organizando rondas comunales en articulación con el Ejército, y ha dispuesto de una embarcación, combustible y víveres para dicha labor.

Igualmente, en la cuenca de Kankaim (Morona), se ha reforzado la vigilancia territorial también por medio de rondas comunales, tanto en San Juan de Morona y Puerto Morona, cerca de la frontera con Ecuador, como en Puerto América, en el cruce del río Morona con río Marañón. Para ello también se han destinado recursos para combustible y alimentación de las personas que realizan dicha labor.

Sobre la actividad escolar

Desde un inicio de la emergencia, el GTANW coordinó con la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL) del Río Santiago para elaborar una propuesta adecuada y evitar que los niños y niñas pierdan parte del año escolar. La propuesta del GTANW, de la cual hizo eco la UGEL, fue que los profesores y profesoras EIB (Educación Intercultural Bilingüe) se mantuvieran en sus comunidades asignadas para poder continuar las clases con normalidad, ya que el territorio se encuentra hasta hoy libre de la enfermedad. Sin embargo, la propuesta no fue considerada debido a que el Gobierno estableció el retorno de todos los profesores y profesoras a sus lugares de origen, para luego reanudar clases de manera virtual mediante la estrategia “Aprendo en Casa”.

Dicha medida, dictada sin pertinencia cultural y sin consulta con los pueblos indígenas, viene perjudicando a los niños y niñas Wampís ya que, debido a la brecha tecnológica[1], no han podido iniciar sus clases de ninguna modalidad (ni convencional ni virtual). La UGEL, respondiendo a la exigencia de las autoridades comunales y en vista del fracaso de la estrategia “Aprendo en Casa” dictada por el Ministerio de Educación, está planteando como solución el retomar las clases en los centros educativos de las principales comunidades donde hay docentes y donde, evidentemente, no hay casos de Covid-19; mientras que en las demás comunidades se tratará de retransmitir los programas del currículo educativo por medio de los alto parlantes. Sin embargo, las y los padres de familia Wampís no confían en que esta última alternativa funcione, tanto por la falta de pertinencia cultural de los programas, como por la desventaja de no tener un material visual que sirva realmente para el propósito de aprendizaje de sus hijos e hijas.

En vista de esto, el GTANW está coordinando con las autoridades comunales el reforzar la educación propia de saberes tradicionales, mientras se espera la reanudación de las clases del sistema educativo nacional.

Las acciones de coordinación y articulación del GTANW para responder a la emergencia dan cuenta de la importancia del liderazgo propio para la gobernanza del territorio, por lo que es necesario que los gobiernos aprendan a coordinar y consultar con las autoridades indígenas antes de tomar decisiones, sobre todo en escenarios de crisis generalizadas como la actual. La población wampís considera que el paternalismo y la vanidad del gobierno central no han permitido entablar un diálogo ni construir un plan de atención pertinente para las comunidades amazónicas, y esperan que de ahora en adelante, en vista de lo desastroso de estas medidas, los funcionarios, funcionarias y gobernantes aprendan por fin a trabajar con y para los pueblos indígenas.


[1] Muchos hogares no cuentan con televisores ni equipos de radio, la señal de internet es prácticamente inexistente y es necesaria una antena satelital para captar la señal televisiva en casi todas las comunidades.