El domingo 15 de marzo decretaron cuarentena a nivel nacional. Minutos después de que Martín Vizcarra habló, le escribí a mi primo que es serumista en un puesto de salud en Moyobamba. Le pregunté cómo se iba a transportar y me dijo: “Me pregunto lo mismo”.

De donde vive hasta el puesto de salud donde trabaja son 20 a 30 minutos en combi. Si había cuarentena, no debían de haber combis, ni transporte privado. Sin embargo, me dijo que espere un par de días antes de escribir lo que estoy haciendo.

Mi primo trabaja al mes 150 horas, 6 horas todos los días y le dan un día libre (además del domingo). Se graduó en Medicina el año pasado y decidió (como todos los ya médicos) realizar su servicio rural y urbano marginal en salud (SERUMS). Entre conversaciones, me confesó que hace poco la CONAREME (la entidad que maneja el residentado) buscaba retirarles sus derechos como trabajadores y regresarlos a ser estudiantes (luego de ya haber finalizado la carrera y haberse graduado). De aplicarse esta medida, el gran problema sería que esos tres años no contarían como experiencia laboral y que mi primo, como tantos otros, no podría tener seguro de EsSalud. Es decir, doctores sin seguro de salud.

Seguí investigando y le pregunté si les daban comida y agua. “Comida no, jamás dan comida. Hace poco han colocado un bidón de agua tratada en mi posta. No sé si eso sea lo normal”, me respondió. Ayer me escribió: “Hasta ahora no hay transporte para el personal de salud, al menos en la región de San Martín, nos estamos agenciando entre nosotros”. Luego procedió a comentarme que en el puesto de salud cuentan tan solo con guantes regulares, no les proporcionan con hisopos, no usan batas, solo los scrubs normales de siempre y, al menos, tienen una mascarilla N95 por persona. “El transporte es inexistente. Si no fuera porque mi técnico me jala, estaría inhabilitado de llegar al puesto de salud”, me comentó.

Además, la DIRESA (entidad encargada de todos los puestos de red) aún no se ha pronunciado más allá de decir que “brindarán apoyo a profesionales”. “La DIRESA debería proporcionarnos soluciones para el transporte, pero no han dicho nada, no sé si será así en todas las redes, pero en la mía, la de Moyobamba, ha sido así”, continuó.

Mi primo está de acuerdo con muchas de las medidas que ha tomado el presidente Martín Vizcarra estas semanas. Lo que el cree, siendo él limeño, es que muchas de estas medidas aplican para la capital más no para provincias. “Son los regidores, los gobernadores de las provincias, los que deberían de dar soluciones y no las dan”.

Me puse a pensar en todos los médicos que arriesgan sus vidas por personas enfermas y que no les dan los equipos necesarios para que ellos estén cuidados. La mascarilla N95 que tiene mi primo es una y dura aproximadamente dos semanas. ¿Y si se pierde? ¿Si se aplasta? ¿Quién le va a conseguir una? ¿Cómo es posible que entre los serumistas tengan que agenciarse para ver cómo solucionan problemas de los puestos de salud cuando para eso hay entidades del MINSA?

Ayer también vi en La República que se acaba de confirmar el primer caso de coronavirus en la región San Martín. Si el Estado no está presente para sus doctores, ¿cómo lo va a estar para su gente enferma? Si mi primo se enferma, ¿quién lo va a cuidar a él?

Cierro con una frase de mi primo: “Si vas a escribir una nota, no escribas de mí, escribe sobre nuestro mísero gasto en el sector salud. Si vas a hacer una nota, habla del problema sistemático, no individual”.

El presidente Vizcarra acaba de hablar, vamos 234 casos y es inevitable pensar en cuántos médicos tendrán una única mascarilla N95 en los otros departamentos que no son Lima.

*Si tienes un familiar o amigx serumista en alguna provincia de Perú que quiera hablar que me contacte. Analicemos como va la situación en otros departamentos. Contáctame: camicantu93@gmail.com