La empresa de Transportes Don Reyna, perteneciente al hijo del exministro aprista Luis Nava, tuvo una prosperidad radical -y sospechosa- a partir del segundo gobierno de Alan García (2007).

Hasta inicios del 2007, la empresa contaba con una flota de camiones antiguos, sin embargo al año siguiente la renovación llegaría con cinco volquetes totalmente modernos mediante un camino de diferentes instancias

En primera lugar, los vehículos nuevos de marca Scania fueron enviados al consorcio Conirsa, luego vendidos al Banco Continental y  finalmente terminaron en Transportes Don Reyna. ¿Por qué los camiones pasaron por un recorrido tan largo? Probablemente Odebrecht no quiso dejar evidencias de las negociaciones directas con la compañía aprista.

Ante la supuesta irregularidad, Luis Nava comentó que la empresa de su hijo “aprovechó” la venta de camiones de Conirsa y negó algún tipo de acusación, pues según el exsecreatio de Palacio de Gobierno sus vehículos antiguos no estaban en condiciones inservibles.

En este sentido, lo extraño es que una empresa trasnacional como Odebrecht realice un contrato con otra empresa de camiones pequeños y antiguos. Queda en evidencia que Transportes Don Reyna no contaba con la capacidad de ejecutar megaproyectos hasta las buenas nuevas que le trajo el segundo gobierno de Alan García.