Hoy Marianella Ledesma entra a formar parte de la historia del Perú y de la historia de las mujeres, porque se convierte en la primera presidenta del Tribunal Constitucional desde que se creó el ente rector de la constitucionalidad en el Perú hace 23 años.
La organización ha tenido a solo dos mujeres como sus integrantes, Delia Revoredo y Marianella Ledesma, y era probable que no tuviera una presidenta si no fuera por un giro en las correlaciones de fuerza dentro de los miembros del Tribunal, en donde hay dos vertientes evidentes: una antifujimorista y otra profujimorista.
A pesar de ser Ledesma parte de los anti, recibió el voto de los pro para acceder a la alta investidura, y con ello rompió el pacto patriarcal que hacía que solo se eligieran entre hombres y únicamente a hombres.
Ledesma ocupa el puesto de Ernesto Blume, quien “pasará a la historia” por haber concedido la liberta a la líder de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, con los votos de Augusto Ferrero, Carlos Ramos y José Luis Sardón de Taboada, este último con un cuñado que resultó ser un falso aportante de la campaña de Fujimori en 2011.
En su discurso de toma de mando, Ledesma dedicó su cargo a todas las mujeres del país, y a los seres humanos más pobres y de todas las culturas.
“No podemos permitir que mujeres de este país sean humilladas, degradas y sean víctimas de feminicidios, no hay que llorar de rodillas frente a una mujer asesinada para entender lo que está pasando en nuestro país”.