Escribe Sandy Evangelista

Si el coronavirus no nos mata, lo hará el hambre, la desesperación y la falta de abastecimiento. Desde hace años vivo en una asociación llamada “Los Lúcumos de Pachacamac” en Villa María del Triunfo, donde hay familias que se dedican a la crianza agropecuaria, ganadera, avícola, agricultora, etc, donde hasta el día de hoy no cuentan con ningún tipo de servicio básico (luz, agua). Las familias aquí se han sostenido durante tanto tiempo en las ventas de carnes, huevo, verduras, frutas y más abasteciendo los mercados menores, los mercados del distrito, porque a las grandes empresas les importa comprar más afuera del Perú que al propio microempresario de campo.

Al punto al que quiero llegar es que soy testigo de la desesperación de esta población, donde ya no pueden vender sus productos por que las mismas personas no tienen dónde comprarla, los precios han bajado demasiado y si salimos a vender uno mismo como ambulante, ahí están los de fiscalización rompiendo todo para hacer respetar la ley. 

Martín Vizcarra, respaldo la cuarentena interpuesta, pero su Estado no está haciendo nada para los que vivían del día a día, el bono otorgado por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social del Perú era supuestamente una ayuda para que las personas de menos recursos puedan acceder a alimentación, pero fue como una cachetada al ver que hasta gobernadores recibieron ese bono y no las personas de tercera edad, personas discapacitadas, ambulantes, independientes, trabajadoras del hogar, etc.

Señor Presidente y demás autoridades, exigimos se nos otorgue un apoyo para poder continuar con nuestras ventas en todo los mercados y que dejen de dar preferencia a esas empresas que deben millones de soles. Hoy se va a cerrar la fábrica El Comedero, donde abastecen alimentos para los animales de granja y para los agricultores por falta de insumos y abastecimiento en productos, el lunes cerrará la fábrica El Molino, por la misma causa.

Díganme, ¿no es desesperante esto? Los que no tienen para comprar ahora alimento, ¿qué sucederá cuando cierren estas fábricas? ¿Sin poder vender ni nada? ¿Que comerán estas familias y que comerán sus animales de granja?

Por favor, si llegaste hasta acá leyendo #QuédateEnCasa, que por la falta de empatía de personas que sí tienen la posibilidad de quedarse en cuarentena estamos siendo muy perjudicados los que vivimos del día a día, ojalá alguien pueda ayudarme y ayudar a las demás personas de campo.

Cierro este texto con una pena en el alma porque quizás, dentro de algunos días, tenga que regalar y donar todo mi trabajo.