Después de la reunión del presidente Vizcarra con la Junta de Portavoces para allanar el terreno sobre la aprobación de la cuestión de confianza y las cuatro reformas, el fujimorismo ofreció tener los dictámenes listos para el 4 de octubre. Sin embargo, esto es una trampa de la bankada.

El presidente Vizcarra durante la reunión dejó en claro que no es su intención cerrar el Congreso por lo que espera la colaboración del Congreso y que no se trata de ningún intento golpista (a diferencia de lo efectuado por Fujimori que si fue un golpe a la democracia).

Hasta ahí todo bien, las y los congresistas fujimoristas ofrecieron tener las cuatro reformas debatidas y aprobadas para el 4 de octubre, pero ¿por qué necesitan más tiempo si ya tienen aprobado el primer dictamen sobre la reforma del CNM, la propuesta de la bicameralidad será consultada mañana a especialistas y las otras dos son bastante sencillas en palabras de Rosa Bartra?

Como mencionó Rosa María Palacios en su programa sobre las semanas requeridas: “No son necesarias, porque los temas puestos a debate por el presidente son temas que han pasado ya por tres congresos no son temas nuevos. El tema de la bicameralidad se discutió en el Congreso de Toledo en el 2004. Es decir, todas las respuestas a estas preguntas ya están, hay que escoger un modelo entre los disponibles. No es tan complicado.”

Es que al parecer necesitan ganar tiempo hasta el 28 de setiembre, fecha en la que se anuncia la resolución del Tribunal Constitucional sobre la modificación en el reglamento que planteó Mauricio Mulder en marzo, después de lo sucedido con el gabinete de Fernando Zavala.

Pero ¿qué dice esta resolución legislativa? Primero, pretende cambiar la Constitución, que por jerarquía es imposible; luego propone la prohibición de plantear la cuestión de confianza en dos casos: cuando se busque “promover, interrumpir o impedir la aprobación de una norma o un procedimiento legislativo o de control político” como las reformas propuestas por el Ejecutivo y que no se considere “crisis total” si al censurar a los gabinetes no se cambia a la totalidad de las y los ministros. Esto haría que no se cuente el gabinete Zavala como la primera censura, ya que varios ministros salientes volvieron a juramentar con Mercedes Aráoz.

Pero aquí viene la trampa fujimorista: pese a que esta propuesta no tiene ni pies ni cabeza, fue aprobada en votación y posteriormente cuestionada con una acción de insconstitucionalidad que debe ser resuelta por el Tribunal Constitucional. De los siete magistrados, dos están en deuda con el fujimorismo, Sardón y Ferrero; y para rematar, el presidente del Tribunal Constitucional, Ernesto Blume, teme ser sindicado como parte de la organización criminal a la que pertenecía César Hinostroza, debido a que contrató como practicante a la hija del juez corrupto. Por lo que, cabe la posibilidad que le den la razón al Congreso.

De ser así, el Presidente Vizcarra se quedaría sin ninguna arma para exigir al Congreso la aprobación de las reformas y el Congreso haría nuevamente lo que les da la gana sin dejar que la ciudadanía decida si proceden o no las reformas.

El Ministro de Justicia, Vicente Zeballos, brindó declaraciones y aclaró que para considerar aprobada la cuestión de confianza, tienen que aprobar las cuatro reformas, todas. Solo queda respaldar al ministro Zeballos y al presidente Vizcarra para exigir al Congreso la totalidad de las reformas sin mas dilaciones.