• Para una adecuada intervención, los obstetras conforman brigadas móviles que trabajan en la identificación de poblaciones que están más expuestas a contraer el virus.

El 1 de diciembre de cada año se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, con el propósito de generar conciencia sobre la importancia de la prevención de este virus y apoyar a las personas afectadas. En 2020, el lema es “Solidaridad mundial, responsabilidad compartida”.

La mayoría de casos de transmisión del VIH se dan a través de las relaciones sexuales sin protección y, en menor porcentaje, mediante el embarazo, el parto y la lactancia materna. Por ello, en el sector salud se han implementado estrategias de prevención para abordar en los servicios materno infantil y en salud sexual y reproductiva.

En estos servicios los obstetras realizan intervenciones que buscan contribuir a revertir la epidemia del sida y mitigar su impacto, con un enfoque de salud pública y derechos humanos.

Una de las acciones principales es la identificación de las poblaciones de riesgo que están más expuestas a contraer el virus, conocidas como población clave (hombres que tienen sexo con hombres, los/las trabajadores sexuales, las personas transgénero); en este escenario los obstetras integran los equipos de brigadas que salen por la noche en busca de la población mencionada,  a quienes se les brinda los servicios de consejería pretest y postest, y se le realiza tamizaje para descarte de VIH-sida.

También se trabaja para controlar la propagación mediante el seguimiento y vinculación de casos ya identificados, con el fin de que cumplan con el tratamiento y mejoren su calidad de vida, así como evitar que se siga transmitiendo el virus. Adicional a ello, en los establecimientos de salud públicos y privados los obstetras realizan actividades de promoción y prevención dirigidas a usuarios de planificación familiar y atención prenatal.

Si bien hay importantes avances, aún hay grandes desafíos que enfrentar en materia de salud sexual y reproductiva y en derechos humanos de las personas seropositivas al VIH. Para ello, es necesario fortalecer los servicios de salud sexual y reproductiva, garantizando el acceso a una atención de calidad, con planes y programas focalizados acorde con la realidad nacional, y protegiendo el derecho a la vida, a la salud, a la intimidad y a la no discriminación.

Luchar contra el VIH-sida, es enfrentar también las grandes brechas económicas y sociales, la marginación social, la discriminación y la violencia de género; lucha en la que los obstetras estamos firmemente comprometidos.