Luego de la publicación de un reportaje de investigación del portal Ojo Público, en donde dos mujeres denuncian haber sido violadas cuando eran niñas y adolescentes por el escritor Reynaldo Naranjo, quien era padre y padrastro, respectivamente, de ellas, las mujeres organizadas están exigiendo que se le retire el Premio Nacional de Poesía y que sea expulsado del Colegio de Periodistas del Perú (CPP). 

Así lo dieron a conocer en una petición en el sitio web change.org dirigido al Presidente de la República, Ministerio de Cultura, al Ministerio de Educación, a la directora de la Casa de la Literatura y al CPP: 

Lima, 14 de agosto de 2018
 
Sr. Martín Vizcarra, Presidente del Perú
Sra. Patricia Balbuena, Ministra de Cultura
Sr. Daniel Alfaro, Ministro de Educación
Sr. Max Obregón Rossi, Decano del Colegio de Periodistas del Perú
Sra. Milagros Saldarriaga, directora de la Casa de la Literatura Peruana
 
 
Quienes suscribimos esta carta pedimos se retire de inmediato el Premio Nacional de Poesía al escritor Reynaldo Naranjo y que sea expulsado con la misma urgencia del Colegio de Periodistas del Perú (CPP). Las y los firmantes hemos podido leer con absoluto estupor los contundentes testimonios de Roxana Naranjo y Nadia Paredes, hija e hijastra, respectivamente, del poeta y periodista limeño Reynaldo Naranjo, a quien acusan de haberlas violado reiteradamente cuando eran niñas y a consecuencia de ello haber soportado durante décadas las terribles secuelas físicas y psicológicas de estos abusos. Subleva también que el acusado no solo haya negado los cargos sino que a través de un comunicado esté amenazando con denunciar a su propia hija y a los periodistas que lo han investigado con rigor.
 
Ante este caso, expresamos nuestra enérgica condena por los hechos de horror descritos en la investigación de Ojo Público, nuestro rechazo a todo intento de encubrimiento y nuestra solidaridad sin fisuras con las víctimas.
 
En el Perú, las mujeres, niñas, jóvenes y adultas viven actualmente una situación de emergencia. Cada día nos enteramos de nuevos casos de feminicidio, acoso, abuso y violación sexual. El propio Presidente de la República, en su discurso del 28 de julio último, ha hecho un llamamiento para atajar de lleno esta violencia estructural y se ha comprometido –nombrando una a una a las últimas mujeres asesinadas– a combatirla.
 
Entre ellos, los casos de violaciones de menores, en particular, son alarmantes en nuestro país: una de cada cinco mujeres ha sido violada antes de los 15 años y por gente de su entorno familiar. La violencia sexual en la niñez tiene secuelas, a corto y a largo plazo, que se expresan en forma de depresión, trastorno de estrés postraumático y otras alteraciones psicosomáticas, comprobadas en al menos el 30 por ciento de mujeres violadas. Por eso no importa el tiempo que les ha tomado denunciarlo, porque cuando lo hacen para muchas empieza recién el camino hacia la recuperación.Muy pocos son los casos que salen a la luz y muchos menos los que consiguen ser penados. Gracias a que las supervivientes han decidido acabar con el silencio y el miedo a ser cuestionadas y culpabilizadas es que ha empezado también el fin de la impunidad en la que han vivido durante años sus agresores. Las recientes revelaciones de los audios sobre la forma de funcionar de este Poder Judicial, que niega la justicia a las mujeres, no hacen más que confirmar la importancia de las denuncias públicas como recursos para la visibilización de historias de violencia y para la reparación de las víctimas, sobre todo cuando los delitos son relativizados y desestimados por el mismo sistema que debería protegerlas. Nos toca reivindicar su sufrimiento y acompañar a las supervivientes en los procesos de recuperación que han elegido.
 
Las y los firmantes creemos que ningún sector de nuestra sociedad debe mantenerse al margen y voltear la cara ante estos hechos de violencia porque solo consiguen exponer más a las víctimas que se han atrevido a denunciar, hacerlas caer en descrédito y así revictimizarlas.
 
Creemos que ninguna institución pública –que trabaje en Cultura– y ningún gremio –como el periodístico y el literario, aludidos en el presente caso– de este país, deben guardar silencio y avalar a acusados de ser maltratadores y violadores de niñas porque al blindarlos estarían actuando como cómplices de sus crímenes. Mantener a personas como Reynaldo Naranjo en sus mismos lugares de privilegio y honor sería vergonzoso y un oscuro precedente para las futuras generaciones de lectores, escritores y periodistas de este país.
 
Por eso, ante las graves acusaciones que pesan en contra de Naranjo, quienes suscribimos esta carta exigimos al Ministerio de Cultura le retire de inmediato el Premio Nacional de Poesía, que le fue entregado en el año 1965, por ser indigno de este.

Pedimos así mismo a la Casa de la Literatura Peruana, como instancia que depende del Ministerio de Educación, que tiene como objetivo difundir el conocimiento de la literatura del Perú y, por tanto, se relaciona con el conjunto de escritores peruanos, haga un pronunciamiento público de su posición ante estos hechos. 
 
Finalmente, conminamos al Colegio de Periodistas del Perú (CPP), a pronunciarse también y proceda a expulsar a Reynaldo Naranjo de esa institución, de la que es miembro y que hoy mancha con su presencia.
 
El Perú debe empezar a cambiar y depende de tod@s nosotr@s. Las instituciones del Estado pueden dar el ejemplo hoy. 

 
Atentamente,

Comando Plath
Proyecto Varela
Paro Internacional de Mujeres-Perú
La Colectiva ARQ Feminista
Trenzar, organización de activismo feminista
Collera, red de productoras y creadoras culturales
/Otro/colectivo teatro
Grupo de Investigación en Psicología, Cultura y Género de la PUCP
Chola contravisual
La Munay, Espacio Cultural feminista de Huancayo
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Ni Una Menos Somos Todas – Los Olivos
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Ni Una Menos Región Lima
Reforma Trans PUCP
Mujeres Desaparecidas Perú
Las Respondonas
La Promesa, espacio cultural feminista
No tengo miedo
Ruray – colectiva feminista barrial en SMP
Colectivo Parió Paula Percusión
Madres en acción
Médicas feministas
Concertación Médica
Imaginario colectivo
Catalinas-acción barrial
Movimiento Ricchari Warmi
Casa Bagre
Mujer Dispara audiovisual feminista
Asociación Cultural Arte Libre- AntiFil
Lima en Escena, magazin cultural
Colectivo Sonqo Warmi Cusco
Género Rebelde Cusco
Movimiento Manuela Ramos
Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán