Canción sin nombre, ópera prima de Melina León, logró entrar a la Quincena de los Realizadores, y con ello, León se convierte en la primera directora peruana que entra a participar en el prestigioso Festival de Cannes en su edición número 51. Un hecho verdaderamente histórico en una “industria” cinematográfica tan precaria como la peruana, en donde aún no contamos ni con un archivo cinematográfico ni una escuela estatal de cine.

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En ese panorama, que una profesional audiovisual, con todos los obstáculos que conocemos de género, haya logrado participar en Cannes es más una excepción que la regla, y dice mucho del talento de Melina León y del equipo detrás de “Canción sin nombre”.

Graduada en la Universidad de Lima y con una maestría en dirección de cine de la Universidad de Columbia, regresa al Perú en 2015 con las ganas de terminar el proyecto que venía ocupando su mente desde el 2009. En el trayecto realiza el cortometraje El paraíso de Lili, ganador de 11 premios. Con Canción sin nombre postula a los incentivos del Ministerio de Cultura y gana el Concurso Nacional de Proyectos de Largometraje de Ficción.

Trailer

Argumento

En tiempos del conflicto armado interno y en pleno auge de Sendero Luminoso, se va descubriendo una mafia de tráfico de niños en el Perú. Una de sus víctimas es Georgina Condori, joven madre de 20 años a la que le roban a su hija en una clínica fachada. El filme recorre la tragedia de Georgina, interpretada por Pamela Mendoza Arpi, y del periodista que decide ayudarla luego de conocer su caso, interpretado por Tommy Párraga, de alguna forma el alter ego del padre de Melina, Ismael León, quien investigó estos hechos.