Mientras que algunxs publicistas usan y reúsan a Susy Díaz para vender los productos o servicios de sus clientes, otrxs hacen exactamente lo mismo, pero con enfoques más reales y más coyunturales. El trabajo del publicista es precisamente eso: crear campañas con mensajes que logren conectar con potenciales clientes en un mercado que siempre ofrece un producto nuevo, similar, mejor o peor al que ya tenías y quiere vendértelo.
El nuevo hit de Susy probablemente fue escrito por los creativos encargados de la cuenta del BCP, el banco del cual Dionisio Romero, presidente de Credicorp, retirara $3,6 millones de dólares en efectivo para financiar la campaña presidencial de Keiko Fujimori entre el 2010 y el 2011. Al mismo grupo pertenece Mi Banco, financiera que destacó en medios por sus comerciales de gran contenido social e increíble fotografía. Meses después de conocido el vínculo entre Credicorp y Keiko Fujimori, Zavalita Brand Building, anunció en un comunicado oficial que no trabajaría más la creatividad de la financiera.
Pero los bancos necesitan dinero y los comerciales deben generar algún impacto para vender cuentas de ahorro, créditos, hipotecas y más. Así que la publicidad debe volverse cada vez más creativa, motivadora y convincente. Hace unos días fue lanzado el último spot de BBVA Banco Continental, en el que presentaba diversas situaciones de crecimiento personal, solidaridad, autoestima, inclusión y empuje. Entre las últimas destaca una mujer que camina por la calle y se encuentra con una manifestación feminista contra la violencia. La locución en off dice “Si aparece la oportunidad de ponerte de pie: bienvenida sea” mientras la misma mujer se acerca y levanta un cartel que dice “No más feminicidios”. Finalmente vuelve a aparecer con un megáfono en la mano mientras las mujeres que la rodean levantan en alto los puños.
Es, probablemente, la primera vez que el feminicidio es abordado en un comercial como una situación en la que las y los peruanos debemos dejar de ser espectadores e involucrarnos como agentes de cambio. Y así como podemos señalar el racismo, el clasismo, la transfobia, la gordofobia y demás formas de discriminación en los medios, también debemos resaltar aquellas propuestas que envían un mensaje claro y fuerte contra la violencia de género en los 30 o 60 segundos que dura un comercial.
Esperemos que así como estos profesionales, otros de diversos rubros se atrevan a usar sus plataformas para visibilizar algo que durante mucho tiempo la sociedad y el Estado han estado naturalizando: en el Perú una niña o mujer es asesinada cada dos días y no lo aguantamos más.