Aborto: la hipocresía de los Olaechea

Pedro Olaechea se jacta de ser provida, pero obligó a la expareja de su hijo, Úrsula Castrat, a abortar. Eso es lo que prueba la plataforma de investigación El Foco en un largo reportaje en donde entrevistan a la joven mujer.

Castrat reveló, en una entrevista que le realizaba a la hoy electa congresista Adriana Tudela, que ella había abortado por orden de Pedro Olaechea, padre de su pareja en ese entonces Iñigo Olaechea, cuando ella tenía 19 años.

Es mi jefe, pero no sé nada

Al escuchar la declaración de Castrat, Tudela le respondió fríamente que ese era un asunto personal de ella, y que no le competía opinar, a pesar de haber trabajado como asesora de Pedro Goicochea cuando este era un congresista sin ningún mérito e intentó poner de presidenta a la inefable Mercedes Aráoz.

La hipocresía de ambos personajes, Tudela y Goicochea, se hizo evidente en ese momento, cuando Castrat decidió valientemente sacarlos a la luz.

“Mira Úrsula, yo no he venido a esta entrevista a hablar de cosas tuyas personales y de cosas que francamente no conozco. He venido aquí a hablar de mis ideas y mis propuestas y de posturas que yo tengo políticas y no a hablar de casos particulares, así que no es este tipo de entrevista que yo quiero dar“.

Para luego señalar que está en contra incluso del aborto en caso de violación sexual, tampoco le importa si la que fue violada es una niña. ¿Alguna muestra de solidaridad con Úrsula? Ninguna. ¿Alguna reconvención a lo hecho por su exjefe? Ninguna, a pesar de que no le importó “salvar las dos vidas”, como proclaman en sus marchas. Tudela fue un témpano de hielo.

Con mi Iñigo no te metas

Pedro Olaechea, en su triste periodo como congresista, buscó encabezar la agenda conservadora antiaborto y marchó y habló en las actividades organizadas por la agrupación Con mis hijos no te metas, que había lanzado una campaña de desinformación persistente a nivel nacional. Esto fue lo que dijo en una de esas marchas:

“Aquí estamos, todos juntos, para defender a la familia peruana, la familia peruana es el eje del desarrollo de la nación, este país ha sobrevivido gracias a que tiene una familia creyente, una familia que cree en el Perú, que cree en su futuro que siempre está unida, es esta familia la que sigue saliendo adelante…”, así unas 5 veces, porque su educación de alcurnia solo le ha servido para articular tres oraciones juntas por día.

Ahora todos sabemos que la única familia que le interesaba conservar era la suya, y que no le importó destruir los sueños de una mujer joven con tal de que su hijo no se convirtiera en padre. Ahí poco le importó la vida.

Las ricas familias peruanas siguen demostrándonos cada día la fórmula de su prosperidad: herencias de la colonia, doble moral, hipocresía y forzar a las mujeres a que aborten cuando perjudican al hijito de papá.