Ministerio de Transportes y Comunicaciones ha confirmado insuficiencias y vacíos técnicos en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del consorcio Cohidro encargado de la Hidrovía Amazónica.

Dentro de la larga lista de observaciones hechas al proyecto, el MTC resalta que el estudio presentado por el consorcio que no precisa el número y las zonas de dragado. A este cuestionamiento se une a los hechos anteriormente por el Ministerio de Cultura y el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp).

Hay que señalar que se entiende por dragado a la actividad de excavar la arena o suelo del fondo de los mares o ríos para llevarlos a diferentes lugares. En este caso, lo que se busca es facilitar el proceso de navegación de las embarcaciones.

Precisamente, el dragado se usa para los llamados ´malos pasos´, que son las zonas en donde los ríos que presentan poca profundidad y se requiere remover rocas, sedimentos y tierra para que las embarcaciones no queden encalladas.

Línea de tiempo del proyecto Hidrovía Amazónica (Infografía: DAR)

Insuficiencias y vacíos

El MTC ha pedido que el concesionario (integrado por la firma peruana Construcción y Administración S.A. – CASA  y la china Sinohydro Corporation) precise, en su informe, los criterios técnicos empleados para establecer la ubicación de los puntos de disposición final de todo el material dragado.

Carmen Benítez, gerenta general de Cohidro, aseguró que el consorcio garantiza que se respetarán altos estándares ambientales. Además, señaló que “durante el dragado no se van a tocar sedimentos contaminados y si aparecen nuevos ‘malos pasos’ o desaparecen otros, activaremos un protocolo incluido en el EIA. Este incluye informar a las comunidades, que también tienen un comité de vigilancia y monitoreo”.

Sin embargo, el MTC ha señalado que “(dicho protocolo) no es viable aplicarlo si el ‘mal paso’ no se ubica en algún área de estudio”. Por eso, sugieren que este protocolo debería ser consultado con la autoridad competente.

El informe técnico del MTC coincide con el de Sernanp y del Ministerio de Cultura; Cohidro no ha sustentado por qué la información presentada en el EIA se centra solo en los ‘malos pasos’ a intervenir.

Puntos de ancla

Aparte del temido dragado, el MTC, El Ministerio de Cultura y Sernanp señalaron que se debe identificar los distintos impactos en la zona y que Cohidro debe presentar un sustento suficiente. Por ejemplo, el impacto ocasionado por el tránsito de las embarcaciones en la etapa de operación y mantenimiento del proyecto.

Se debe considerar, irrenunciablemente, a la población directamente afectada. Las actividades económicas que realizan en el área de influencia del proyecto, a fin de identificar en qué etapa del proyecto se generarían mayores pérdidas económicas como consecuencia de los impactos ambientales.

El MTC requiere que la estrategia de manejo ambiental amplíe y desarrolle el control del mijano (abundancia de peces por la migración natural).

Asimismo, pidió que el replanteamiento de la vigilancia cambie de uno (propuesto por el consorcio) a seis.

“Es importante que el programa de vigilancia y monitoreo, que fue un acuerdo de consulta previa, no solo incluya las actividades de dragado, sino que se amplíe a los planes y programas que plantea la empresa; que se vigile también los impactos que se podrían generar con el aumento de tráfico de las embarcaciones; y que se establezcan medidas que aseguren la independencia de la labor de vigilancia indígena”, precisó la ong Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR).

Por el lado de la empresa encargada del proyecto se difunde que la Hidrovía Amazónica no solo ordenará el tránsito fluvial en el oriente peruano, también mejorará las condiciones en que los ciudadanos de la Amazonía realizan sus actividades productivas. Podemos aplicar nuestra última experiencia con la construcción de la Interoceánica que llegó con una ‘canción’ parecida y que ahora se está conociendo a quiénes habría beneficiado en realidad.

Ocupará 2 mil 687 kilometros de río (Imagen: El Comercio)

Dato

La Hidrovía Amazónica tiene una inversión inicial de 95 millones de dólares para transformar 2 mil 687 kilómetros los ríos Marañón, Huallaga, Ucayali y Amazonas, en una enorme vía habilitada para la navegación durante todo el año.

La siguiente entrevista, hecha hace unos meses por Mano Alzada acerca del proyecto Hidrovía Amazónica, nos dará luces para entender mejor lo que sucede en la Selva.

Diego Saavedra , especialista – DAR.