María Rafaela Letts Colmenares, más conocida como Marita Letts, estuvo en el ojo de la opinión pública gracias a su comportamiento de gamonal al momento de tratar al entrenador de atletismo José Chauca, mientras lo entrevistaban por la participación del Perú en una competencia internacional.

La mujer, que al parecer, “no se da cuenta” del trato miserable que le da a sus subordinados, porque ella maneja el dinero de la Federación Peruana de Atletismo al ser su tesorera, intentó explicar su comportamiento racista en una condescendiente entrevista de El Comercio.

En esta nota titulada “Federación de Atletismo: habla la tesorera acusada de humillación a entrenador en plena entrevista“, ya se perfila el tenor de lo que vendrá. Letts no es acusada de humillar a un entrenador, Letts humilló a un entrenador, de eso no debe quedar la menor duda, y la prensa no debe jugar a favor del agresor, en este caso, de Marita Letts.

En la bajada de la nota se lee lo siguiente: “Marita Letts Colmenares aseguró que habló con el entrenador José Chauca y este le señaló que nunca se sintió ofendido“. Esta operación lingüística busca hacernos creer que el problema ya está resuelto debido a que ella, la discriminadora, asegura algo que debemos creer a pie juntillas, y toma la voz del humillado entrenador para decirnos que no fue humillado. Ella nos lo dice, porque en un sistema racista, el subalterno no tiene voz ni siquiera para ser humillado nuevamente negando la humillación vivida. Es la voz hegemónica la que niega la humillación porque tiene la capacidad para hacerlo, quitándole toda agencia a quien se debería pronunciar sobre el tema.

En las siguientes declaraciones la señora busca victimizarse diciendo que “tuvo que darse una vueltaza” porque Chauca no la escuchaba, y que usó con él un tono más perentorio al momento de gritarle, porque existe una diferencia entre un grito peyorativo y otro para llamar la atención. Ella señala que su grito fue para llamar la atención. En la nota no se cuestiona siquiera que gritar a una persona es incorrecto, y que no se encontraban en una situación de vida o muerte como para que pudiera justificarse un ataque de nervios. El grito de Letts contra Chauca, acompañado de una orden que tenía que efectuarse sin dubitaciones muestra el tratamiento colonial que aún mantienen algunas personas sobre otras, sobre todo cuando se apellidan Letts, son blancas y manejan el dinero de todos a diestra y siniestra, lo que les hace creer que están por encima del bien y del mal.

Letts ni siquiera intenta justificar la frase “si yo te llamo tú vienes”, como si Chauca fuera su pongo que tiene que rendirle servidumbre. Ella dice que como es la jefa del equipo, definitivamente cuando llama a alguien, esa persona debe ir. Nadie le ha explicado que esa directiva que cree natural, solo es natural en situaciones de jerarquías aberrantes, en donde el autoritarismo se plantea como la única forma de gobierno de las personas. Viviendo en un sistema democrático, con una Constitución que defiende como prioridad la dignidad de las personas, si ella llama a alguien, esta persona no está obligada a ir a ningún lado. Y solo se siente obligada a hacerlo porque sabe que va a recibir alguna sanción o castigo. A eso, en otros y en estos tiempos, se le llama esclavitud.

El subtítulo “Lamenta cargamontón”, utilizado por la redacción de El Comercio nuevamente la pone como una persona arrepentida de algo de lo que realmente no se arrepiente, pues hasta el momento Letts no se ha dado cuenta de su racismo, porque justamente esta tara tiene el talento de ser tan sutil, tan naturalizado, que gente como Letts cree que es normal y no ven el problema, no lo encuentran por ningún lado, si siempre ha sido así, siempre se han comportado así y nadie les ha dicho nada, entonces seguramente está bien, y eso es lo que piensan las mentalidades racistas.

Pero al leer el párrafo que viene luego de este subtítulo, lo que ella lamenta no es el “cargamontón” que le han hecho por ser racista, ella piensa, en su mente distorsionada por el clasismo, que el cargamontón se lo están efectuando a Chauca: “Él es un chico joven, inexperto. Es la primera vez que sale y de ninguna manera quiero hacerle un cargamontón”.

A pesar de la patética respuesta de Letts, en donde quiere indicar que el problema se debió a la juventud e inexperiencia de Chauca y no a su racismo asqueroso, añadiendo además que él es el culpable de la situación porque “no era el momento adecuado para atender una entrevista”, intenta construir un relato nuevamente distorsionado de los hechos, mientras el periodismo le da carta abierta para hacerlo: “Este asunto está tapando y oscureciendo el evento. Los atletas son quienes deberían merecer la atención”, menciona. Si el racismo logra que entrenadores sean humillados, que atletas no tengan las mismas oportunidades, y que se lastime su dignidad, pues eso tapa y oscurece cualquier evento, y la dignidad de todos ellos debería merecer la atención, como se está haciendo al criticarla.

Luego busca creer y hacer creer que todo se trata de gente que quiere perjudicar a la Federación: “Gente interesada en busca de poder está tratando se socavar el trabajo de la federación”. Letts sigue sin entender nada, y justamente por eso merece una sanción y no escapar de esto como si no hubiera pasado nada. Gente como ella necesita darse cuenta de lo racistas, discriminadoras, clasistas y violentas que son, y eso solo es posible a través de una sanción administrativa de la Federación, que aún la mantiene en su puesto, e incluso del retiro de su puesto, porque no es la primera vez que sucede, otros deportistas, como Gladys Tejeda, denunciaron los maltratos vividos con ella.

Denuncia de Gladys Tejeda

La medallista de los Juegos Panamericanos denunció a Marita Letts como la responsable de que no fuera convocada a los Juegos Bolivarianos 2017 que se realizó en Colombia, decisión que incluso le hizo pensar en abandonar el país.

Según Tejeda, ella estaba siendo víctima de una represalia de Letts por no asistir al Campeonato de Atletismo en Londres: “La señora tesorera es dueña de la Federación y parece que hace y deshace. Ella dijo en una oportunidad que ‘lo que decido, se hace’: Esa señora se llama Marita Letts. Ya hemos tenidos nosotros muchos maltratos de parte de ella”, reveló a la prensa en esos tiempos.

Denuncias de otros deportistas

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Comunicado de la Federación de Atletismo

En el comunicado que sacó la Federación, le pidieron disculpas al entrenador y aseguraron que se tomarán las medidas necesarias al regreso de la delegación peruana. Estaremos atentxs.

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