Olga Misik tiene 17 años y acaba de terminar el colegio, pero ya se ha convertido en un icono de la libertad en Rusia. Ella se enfrenta a las fuerzas represivas del gobierno de Putin de forma pacífica leyendo la Constitución rusa frente a decenas de policías que no tienen reparos en agarrar a golpes a los manifestantes. Su única arma es el texto que representa a la democracia en su país.
“Solo quería recordarles [a la policía] que estamos aquí con propósitos pacíficos y sin armas, pero ellos no… Nunca se me ocurrió que alguien más que ellos lo escucharía… Me senté en el suelo y comencé a leer nuestros derechos constitucionales, especificando que lo que está sucediendo aquí [la represión de los manifestantes] es ilegal”.
El sábado 27 de julio, la acción de Misik que dio la vuelta al mundo le valió que fuera detenida por la policía y expulsada de las manifestaciones.
Las manifestaciones contra el gobierno de Putin se debe a la falta de garantías en el próximo proceso electoral municipal que se realizará el 8 de setiembre, en donde los candidatos independientes han sido excluidos.
A través de sus redes sociales la joven se ha pronunciado haciendo un llamado a tomar conciencia de la forma antidemocrática en la que se está gobernando desde que Putin es presidente.
“Queremos una Rusia libre en la que no se realicen acciones ilegales. Nadie debería temer a la policía ni a los tribunales”.
“La Constitución no debe parecer una colección de chistes y el programa del gobierno no debe tomarse de las novelas de George Orwell”.